Por Alexis Peña Hernández/ Estudiante de Periodismo
Luz de valentía, compromiso y pasión en la historia de Cuba; mujer de sacrificios y determinación ante la lucha por la libertad y la justicia social; heroína inquebrantable fue Melba Hernández.
Coraje y entrega definen un legado que, a raíz de la esmerada educación y las buenas costumbres, emana al alzar las voces por aquellos más vulnerables.
Desde joven fue una defensora apasionada de la clase estudiantil en la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), organización en la que, impulsada por el anhelo de materializar sus sueños de una sociedad más justa, organizó protestas estudiantiles contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Melba nunca creyó en las justificaciones, más allá de su sentido crítico y constructivo, creía en el poder de las acciones y no de la palabrería, tanto así que abogó por la educación gratuita y de calidad, así como por la igualdad de oportunidades para todos. Ese compromiso sentó las bases para su posterior participación en la Revolución Cubana.
La pureza de su espíritu de justicia la unió a Haydée Santamaría, amiga y confidente. En ellas la amistad trascendió lo personal para convertirse en un pilar fundamental de apoyo recíproco en medio de las adversidades de una época de lucha.
A Melba y Haydée les faltó mucho por conversar, necesitaban más tiempo para compartir, sin embargo la vida forjó entre ambas un vínculo eterno.
Juntas fueron leyenda, cada calle, pared o escenario transitado por este par, le susurra al viento sobre el lazo de complicidad, compenetración y solidaridad que fortalecieron y consolidaron a lo largo de los años, vínculo indestructible basado en el respeto, la confianza y la admiración mutua.
A 10 años de la desaparición física de Melba Hernández, su papel decisivo en la construcción de una Cuba de equidad se solidifica en un legado fruto de la extirpe mambisa que, esculpida en oro, cual joya valiosa de la historia de Cuba, al ser señalada por el astro rey, ilumina el sendero en la búsqueda de un futuro más humano y solidario. (Foto: PL/Archivo)
