Cuba, Vilma Espín Guillois

Vilma Espín: la lucha por el cambio en la vida de la mujer


Por Alexis Peña Hernández/ Estudiante de Periodismo.

Para quien no conozca las luchas de miles de mujeres que han donado su luz por la conquista de sus derechos quizás la igualdad de género pudiera parecer un deber elemental. Para ella esa fue su tarea en este mundo. Mujer de acción y firmeza en su voz, paciencia y fidelidad inquebrantable. Su nombre está plasmado en generaciones de mujeres cubanas en la defensa de su género y en apoyo a la sororidad.

Nacida el 7 de abril de 1930 en Santiago de Cuba, Vilma Espín Guillois fue una destacada figura femenina en la historia de Cuba, reconocida por su activismo político y su lucha por los derechos de las mujeres, su compromiso con la justicia social y la igualdad de género.

Era una joven hermosa y elegante. Estudió Ingeniería Química en la Universidad de Oriente y desde allí, con la firmeza de sus ideales, fue una destacada activista de las protestas contra los gobiernos neocoloniales, organizadas por la Federación Estudiantil de esa Universidad. Su audacia y compromiso con Cuba la convirtieron en Deborah, el seudónimo con el que se enroló en la lucha clandestina contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Con su ingenio y coraje Vilma se convirtió en un pilar fundamental de la resistencia contra la opresión y la tiranía, siendo fundadora del Movimiento 26 de Julio, liderado por Fidel Castro Ruz, y aún cuando su vida estuvo en peligro, se mantuvo como firme guerrillera del II Frente Oriental en las montañas de Sierra de Cristal, antigua provincia de Oriente, desde donde continuó coordinando su accionar.

Tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959, Vilma Espín se convirtió en una figura clave en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria. Se consagró como una dirigente íntegra, con ideales sólidos, capaz de emanar las virtudes desde su corazón generoso a quienes la rodeaban.

Fundó el 23 de agosto de 1960  la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), organización que promovió los derechos de todas y guió como su presidenta hasta la muerte. Por sus relevantes méritos recibió múltiples condecoraciones, títulos y órdenes nacionales e internacionales, entre las que se destaca el título honorífico de Heroína de la República de Cuba.

El valor y la entereza de Mariana Grajales se fusionaron con la visión anticipadora de Ana Betancourt, para crear desde la dulzura y el patriotismo los melismas más hermosos de la voz de la eterna federada. Vilma Espín falleció el 18 de junio de 2007. Su luz perenne trasciende el tiempo y el espacio, recordándonos que el verdadero cambio comienza en el corazón de cada uno. (Foto: Archivo)


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