Por Gladys Dailyn Morera Cordero/ Radio Cadena Agramonte.
Ya sea en ríos o mares, a muchos les viene por tradición familiar la pasión por la pesca, a otros los atraen los misterios de un océano verde azul o los encantos de la naturaleza, y deciden dedicar sus años a un oficio entre redes, anzuelos y botes, no alejados de las tempestades que solo los grandes saben enfrentar.
Con ellos y sus historias también navegan los hijos de estas tierras agramontinas con tradición en la industria pesquera, que ven con satisfacción el ancla que solo bajan estos valientes cuando arriban a puerto seguro con la meta cumplida, y más cuando la embarcación va –y regresa- cargada de metas y responsabilidades si de alimentación para el pueblo y asuntos económicos se trata.
Esta es una provincia decisiva en ese frente en el país, porque más allá del récord histórico logrado en el 2023 con la siembra de más de 60 millones de alevines en la acuicultura, esos pescadores curtidos por el sol, maestros en las artes de pescar e innovadores por excelencia, tienen el reto de lograr rubros exportables, sustituir importaciones y entregar proteínas con calidad e inocuidad.
Pocos días son de calma, dicen con el orgullo desmedido de quienes conocen su labor como nadie y, a la vez, se nota cierta picardía cuando hablan de jornadas agitadas, como si las prefirieran porque vence la adrenalina y la pasión por los misterios del mar.
Ellos conocen de operaciones, de maniobras constantes, de mantenimientos a bordo, de conservación de productos y otros tantos secretos a los que también contribuyen los que en tierra aman y profesan estos menesteres desde otras posiciones.
Solo ellos son testigos de las adversidades que se viven en el cumplimiento del deber y de las horas en el mar tras una buena captura, lo cual habla de la grandeza de gente buena que se enfrenta a los eventos meteorológicos, a las limitaciones con el combustible y a la distancia del hogar, a veces demasiado prolongada.
Los días en altamar se trabaja mucho y hay muy pocas horas de sueño, pero saben que no hay nada comparado con un buen desempeño; es una satisfacción indescriptible y fascinante que celebran con música, bailes y silbidos, cada cual a su manera, pero siempre con el orgullo desmedido de quienes más que amigos son una familia en la que prevalece el respeto.
Por todo ello hay muchos motivos para enamorase de la pesca, su importancia es uno de ellos, y se recuerda cada 8 de abril, día para trazar nuevas metas contra viento y marea, pero siempre con la certeza de salir a flote en cualquiera de las aguas que labren sus historias, como lo hacen las féminas Roxana Reina González y Ana María Meléndez Pardo; los experimentados Alexei Cuella Díaz y Ángel Figueredo Alcalá; o los jóvenes Roxana Reina Basulto, Miguel Mario Basulto, Iriam Villafaña Parra, Roberto Roca López, Pedro Pablo Javier Mora y tantos otros a los que les gusta navegar o trabajar desde la industria o la ciencia en el sector. (Foto: Tomada del perfil en Facebook de Leannys Cedeño Blanco/ Televisión Camagüey)
