Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
Camagüey, 13 ago.- Luis Ángel Ávila Nápoles, delegado del Poder Popular de la comunidad de Pueblo Nuevo, en Palo Seco, conocía, sin muchos detalles, que la idea de construir el asentamiento en ese lugar fue de Fidel en persona.
Dentro de las tantas cualidades que caracterizaron al líder histórico de la Revolución estuvo la de tocar con las manos los proyectos concebidos por la Revolución y más, de tratarse de comunidades rurales para asegurar la estabilidad laboral en el campo.
Tras una larga noche de conversación con dirigentes del Partido en la provincia y en la que se hallaba también Manuel Chaos Piedra, designado desde enero de 1970 como primer secretario del Partido en Guáimaro, desde temprano en la mañana salieron rumbo a lo que era el apeadero del ferrocarril de Palo Seco, a escasamente cinco kilómetros de la finca La Luisa, donde pernoctó.
El yipi, conducido por Rogelio Acevedo, con Fidel a su lado y detrás Chaos, se detuvo en el crucero del ferrocarril a la vera de la modesta edificación para los pasajeros de trenes.
A la derecha, en una explanada que conducía al poblado de Galbis, Planificación Física previeron la ejecución del nuevo asentamiento, una zona llana, limpia.
“¿Este es el Palo Seco de la batalla de Máximo Gómez?, preguntó Fidel. Chaos asumió la respuesta: “No, está al sur, próximo a Jobabo. Este Palo Seco fue concebido cuando se construyó el ferrocarril central”.
Cada pregunta o expresión de Fidel dejaba una enseñanza. ¿Cuántas casas hay? Y el dirigente político de Guáimaro pensó que era mejor que se lo tragara la tierra. No dominaba el dato.
Fidel frente a un mapa cartográfico que traía puso el dedo en la cota 108. Con ese sentido de la observación y mirando hacia Chaos dijo: ¿Cómo sabes que es la cota 108? ¿Qué hay allí?
La respuesta no se hizo esperar: “Una vaquería rústica. Va eliminarse y en su lugar se situará un pastoreo de ceba”. Acto seguido pidió viajar al sitio, escogido, finalmente, para la nueva comunidad.
La idea suya se basaba en que los nuevos asentamientos estuvieron alejados de otros, para concebirlos con todos los requisitos: acueducto, red vial, con vegetación…y con absoluta seguridad dijo Fidel: “El pueblo va a aquí”.
Tras la voluntad de que Guáimaro contara con ese pueblo, en 1975 surgió la comunidad 10 de Abril, en honor a la primera constitución de Cuba, aunque en los mapas cartográficos se registra como nuevo Palo Seco.
Conforman el asentamiento 112 viviendas, de ellas 22 individuales y el resto en apartamentos biplantas, que atesoran, entre otras ventajas, una bodega, escuela primaria, círculo infantil, sucursal del Banco Popular de Ahorro y farmacia.
“El significado casi imposible de describir. Describir que esta comunidad fue concebida por nuestro Comandante es algo que nace del corazón, fue un día de felicidad”, comentó Luis Ángel, el delegado.
“Pese a las limitaciones con recursos se buscan alternativas entre los mismos pobladores, con carpinteros particulares, proyectos de subsidios y otras vías para mantener las edificaciones”, añadió el representante del Poder Popular.
Allí en Pueblo Nuevo quedan los 502 habitantes y el joven de 34 años, Luis Ángel, quien laboralmente se desempeña como director de la Unidad Empresarial de Base de Comercio de Palo Seco, todos arraigados al recuerdo de Fidel en este su 98 cumpleaños y la certeza de seguir, en primer lugar, los planes de la ganadería, la producción de alimentos, la educación y las faenas de comunales, vital para la higiene y limpieza del entorno, con la loma La Deseada, de 256 metros sobre el nivel del mar como vigía.
Además de tener presente la visita en 1979 del Comandante Juan Almeida, de Blas Roca y de Raúl Roa, Canciller de la Dignidad, en ocasión del aniversario 110 de la proclamación de la Constitución de Guáimaro. (Texto y foto: Enrique Atiénzar Rivero/colaborador RCA)
