La Habana, 19 sep.- El qrishing es una técnica de phishing que utiliza códigos QR para engañar a las víctimas y robar información confidencial. Los códigos de barras matriciales, conocidos como códigos de respuesta rápida (QR, acrónimo en inglés de quick response), se han generalizado rápidamente en los entornos urbanos de todo el mundo.
Según la literatura científica, tienen un fuerte componente matemático, pues constituyen una matriz bidimensional de píxeles en blanco y negro que pueden utilizarse para almacenar información de forma compacta, y deben ser escaneables ópticamente. Los códigos QR se utilizan para representar datos, como una dirección web, en un formato compacto que los dispositivos móviles de los consumidores pueden escanear fácilmente y analizar. Son populares entre los comerciantes por su facilidad de despliegue y uso, además de que tienen mayor densidad de información y mejor legibilidad en comparación con los códigos de barras unidimensionales.
El usuario escanea el código QR fotografiándolo con un dispositivo móvil, como un teléfono inteligente. A continuación, la imagen es interpretada por un lector de códigos QR que los usuarios pueden instalar como aplicación en su dispositivo móvil. El lector descodifica el mensaje y realiza una operación basada en él. Por ejemplo, si los datos codificados contienen un enlace a la descarga de una aplicación móvil, el lector puede redireccionar a los usuarios automáticamente hacia la tienda de aplicaciones de Google o de Apple, según sea el sistema operativo que se encuentre instalado en el dispositivo. El contenido representado por un código QR suele ser un hipervínculo, y la acción asociada consiste en iniciar el navegador web del dispositivo y visitar el sitio web especificado por el código.
Sin embargo, la facilidad con la que se pueden generar y distribuir códigos QR no solo ha atraído a las empresas, sino también a estafadores que buscan dirigir a la gente a sitios web de phishing. Su utilización por lo general anima a los usuarios móviles a escanear datos no autenticados de carteles, vallas publicitarias, pegatinas, etc., proporcionando un nuevo vector de ataque para los malhechores. Mucho cuidado incluso con los QR que aparecen como la tablilla salvadora hacia una conexión de “wifi gratuita”, ya en artículos anteriores en la columna hemos hablado sobre esto, recomiendo volverlos a leer. Lo que sí está claro es que mediante la colocación de códigos QR bajo falsos pretextos, los atacantes pueden atraer a los usuarios para que escaneen los códigos y posteriormente visiten sitios web maliciosos, instalen programas o realicen cualquier otra acción que admita el dispositivo móvil.
El qrishing (fonéticamente krihsh-ing) surge a partir de la combinación de los términos QR y phishing. Esta técnica se ha popularizado con el aumento del uso de códigos QR, especialmente durante la pandemia de covid-19, y también en Cuba, tras las políticas que tiendan desarrollar un mercado donde predomina el comercio y los pagos electrónicos. En Cuba, la implementación de códigos QR ha avanzado significativamente, específicamente en el ámbito de los pagos electrónicos. Sin dudas estos simplifican el proceso de pago, permitiendo transacciones rápidas y seguras. No obstante, revisando la otra cara de moneda, pueden existir personas malintencionadas que utilicen este servicio, con el objetivo de obtener datos personales, bancarios o instalar programas malignos en los dispositivos.
Un ejemplo notable ocurrió cuando un código QR falso fue colocado sobre el original en un restaurante, redirigiendo a los clientes a una página de pago fraudulenta. Este tipo de incidentes subraya la necesidad de estar alerta y verificar siempre la autenticidad de los códigos QR antes de escanearlos.
El qrishing es una amenaza creciente en el mundo digital. La concienciación y la adopción de medidas preventivas son esenciales para protegerse contra este tipo de estafas. Mantente informado y siempre verifica la autenticidad de los códigos QR antes de escanearlos. Por hoy es todo, hasta acá hemos compartido algunos de los consejos que pueden resultar útiles a la hora de protegernos ante otra variante de ataque de suplantación de identidad. (Texto: Antonio Hernández Domínguez/ Cubadebate) /Foto: Cubadebate)