La Habana, 2 nov.- Cuba renovó su proverbial política por el cuidado y preservación ambiental, con la presentación de su Programa Nacional sobre la Diversidad Biológica (PNDB) en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), que concluyó este viernes sus sesiones en Cali, Colombia.
El hecho acaparó la atención esta semana de especialistas del sector, que ponderaron la exposición en ese sentido de Adianez Taboda Zamora, viceministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), acerca del PNDB actualizado y adoptado por el Consejo de Ministros de su país y que define los objetivos, metas y líneas de acción priorizadas en ese ámbito hasta 2030.
La misión de la estrategia es adoptar medidas para disminuir la pérdida de la diversidad biológica cubana, como aporte significativo a la seguridad nacional y al desarrollo próspero y sostenible de la economía y la sociedad, argumentó Taboada Zamora.
Señaló que es el documento estratégico integrador de las medidas para la conservación, protección y uso sostenible de la diversidad biológica (Ley 150 de 14 de mayo de 2022, del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente).
Contiene una proyección hasta 2050 y es la principal plataforma para la implementación de los objetivos estratégicos definidos en la política ambiental nacional para enfrentar la pérdida de la diversidad biológica, puntualizó.
A su vez, la especialista Lourdes Coya de la Fuente, también del Citma, destacó la existencia de sus objetivos encaminados a conservar los paisajes, ecosistemas, especies y genes, mantenimiento o restablecimiento de la integridad, la conectividad y la resiliencia de los ecosistemas naturales.
Igualmente, la reducción del riesgo de extinción de especies amenazadas, en particular aquellas en peligro y en peligro crítico, la diversidad genética de las especies autóctonas, silvestres y domesticadas, la utilización y gestión de manera sostenible la diversidad biológica, y valorar, mantener y mejorar las contribuciones de la naturaleza a las personas.
Además, compartir de manera justa y equitativa los beneficios monetarios y no monetarios de la utilización de los recursos genéticos (incluyendo la información digital sobre secuencias), y de sus conocimientos tradicionales locales asociados, y mejorar las capacidades nacionales en la participación y representación plena, equitativa, inclusiva, efectiva y con perspectiva de género. (Texto: Lino Luben Pérez) (Foto: ACN)