EE.UU, 10 nov.-Días después de que el magnate republicano lograra regresar a la Casa Blanca tras vencer a Kamala Harris en las elecciones del 5 de noviembre, el fiscal especial Jack Smith pidió formalmente a la jueza Tanya S. Chutkan del Tribunal Federal de Distrito de Washington una pausa de casi un mes en el juicio para deliberar con su equipo cómo proceder en el caso.
Trump es acusado en el Distrito de Columbia por sus intentos de revertir los resultados de las elecciones que perdió en 2020 contra Joe Biden y por haber presuntamente instigado el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
El equipo legal del Departamento de Justicia, liderado por Smith, explicó que el juicio experimentaba una “circunstancia sin precedentes”, al tener como acusado al presidente electo de Estados Unidos, próximo a ser certificado y a entrar en funciones el 20 del mismo mes.
“El Gobierno solicita respetuosamente que el tribunal anule los plazos restantes en el calendario de instrucción, para dar tiempo al Gobierno a evaluar esta circunstancia sin precedentes y determinar el curso apropiado a seguir en consonancia con la política del Departamento de Justicia”, escribieron los fiscales en la petición.
Poco después, Chutkian aceptó la solicitud de la Fiscalía e impuso como nueva fecha el 2 de diciembre para que el equipo del Departamento de Justicia pueda elaborar un “informe de situación o informar de otro modo al tribunal del resultado de sus deliberaciones”, según detalla la petición del equipo de Smith.
El pedido del fiscal especial encargado de este y otro caso en Florida contra el ahora presidente electo –relacionado con la posesión de documentos clasificados en la residencia de Trump en Mar-a-Lago– es parte de una nueva encrucijada que enfrenta el Departamento de Justicia en los juicios que lleva a cabo en contra del republicano, ya que, según una política impuesta en los 70, un presidente en funciones no puede ser objeto de persecución criminal.
Además, la decisión de Chutkian permite más tiempo al equipo legal de Trump para construir un reporte prejuicio, que estaba sujeto a ser presentado el 21 de noviembre.
En ese reporte, se espera que los abogados del magnate apelen a un ordenamiento publicado en el verano por la Suprema Corte estadounidense, que ampara a Trump con una suerte de inmunidad por los actos que haya realizado mientras era presidente.
Otra de las promesas trumpistas durante su larga campaña electoral fue indultar masivamente a todos aquellos juzgados, y condenados, por el infame ataque al Capitolio estadounidense el 6 de enero de 2021, calificando de “héroes” y “rehenes” de un sistema de justicia que señala por ser “corrupto” a los agitadores que participaron en ese fatídico día.
Más de 1 500 personas han recibido cargos de distinta índole por su participación en el asalto al Capitolio, entorpeciendo la certificación del entonces presidente electo, Joe Biden, y achacándole, sin fundamentos, fraude electoral en las elecciones de 2020.
Más de 1 000 acusados se han declarado culpables o han sido condenados por la justicia en cargos como conspiración, allanamiento y agresión contra oficiales de policía.
Jacob Lang, uno de los participantes en el ataque que permanece encarcelado y esperando su juicio en Washington, celebró la victoria de Trump en un post en redes sociales, afirmando que “todos los presos políticos regresan a casa”, refiriéndose a los otros cientos de agitadores que enfrentan sanciones por parte de la Justicia estadounidense.
Trump utilizó la bandera de los condenados por el asalto al Capitolio con frecuencia en su narrativa de campaña, prometiendo que los indultaría en el “primer día” de su presidencia, aunque luego reculó, mencionando que “si alguien hubiera sido malvado y malo, lo vería de otra manera”. Más de 100 oficiales de policía fueron heridos en los ataques del 6 de enero.
Uno de los acusados más llamativos por el asalto en Washington es Enrique Tarrio, exlíder del grupo extremista y supremacista blanco Proud Boys, que fue condenado a 22 años por “conspiración sediciosa” con relación a su rol en los ataques.
En 2023, Trump dijo que Tarrio fue tratado de manera “horrible” y que consideraría su indulto.
Bajo la legislación estadounidense, es posible que el presidente activo empuñe el mecanismo de indulto judicial casi a discreción, sin necesidad de consultarlo con ninguna otra rama gubernamental.
“El sistema de indultos está creado para ganadores y perdedores. Quién los obtiene y quién no los obtiene es completamente subjetivo. Es completamente arbitrario y se basa en los caprichos del presidente”, dijo Kim Wehle, profesora de Derecho en la Universidad de Baltimore.
A poco más de dos meses del regreso de Trump a la Casa Blanca, los juicios federales en su contra parecen tener los días contados, mientras que el público estadounidense está atento a si el republicano cumplirá su promesa de dejar libres a más de 1 000 condenados por una histórica insurrección contra las instituciones estadounidenses, o si solo queda en un dicho de campaña. (Texto y Foto: Cubadate)