Camagüey, 15 ene.- Dos exposiciones celebran las trayectorias de hijos notables: El silbido del silencio de Agustín Bejarano y Patrimonios de Cuba de Bienvenido Letford. Ambos artistas, con estilos y caminos diferentes, rinden homenaje a su ciudad natal con muestras que resumen décadas de dedicación al arte.
La galería Julián Morales de la UNEAC acoge la exposición Los 45 de Bienvenido Letford, una celebración de 45 años dedicados al arte por este pintor que ha hecho de su ciudad natal no solo su hogar, sino su mayor inspiración. La muestra está compuesta por 15 paisajes urbanos, un tema recurrente en su obra, que captura la esencia de Camagüey con el delicado lenguaje del impresionismo del siglo XIX. Cada pincelada es un homenaje a las calles, las esquinas y los momentos cotidianos que se convierten en poesía visual bajo su mano experta.
Por otro lado, la Galería Alejo Carpentier presenta la retrospectiva de Agustín Bejarano, a propósito de 40 años de creación con una selección de obras que recorren una multifacética carrera. En esta muestra, se combinan pinturas recientes, como sus acrílicos sobre lienzo de 2022, con grabados sobre plástico de los años noventa, litografías de los ochenta y las impresiones digitales de la serie La coqueta, de principios de los 2000.
Esta diversidad técnica refleja la evolución y versatilidad de Bejarano, un artista que ha conquistado el mundo. La figura icónica del hombre de espaldas, con sombrero, que recorre su obra, es una metáfora de la introspección y el peso de la existencia, plasmada en escenarios cargados de simbolismo.
Aunque sus trayectorias difieran -Bejarano ha llevado su arte por el mundo, mientras Letford ha encontrado en Camagüey su centro creativo-, ambos comparten una conexión profunda con su ciudad. Bejarano regresa con una muestra que simboliza el puente entre sus orígenes y su presente, mientras que Letford reafirma su compromiso con el arte local y su influencia en generaciones de camagüeyanos, como maestro y creador.
Estas dos exposiciones, abiertas hasta finales de enero, permiten celebrar la riqueza del arte camagüeyano en su diversidad. Son, además, un recordatorio del papel que el arte tiene en construir un sentido de identidad y pertenencia, y de cómo Camagüey sigue siendo una cuna inagotable de talento y sensibilidad. (Yanetsy León González/Adelante Digital) (Fotos: Cortesía del Centro Provincial de Artes Plásticas)