La Habana, 7 mar.- En ceremonia privada por decisión familiar, el bicampeón olímpico cubano Alberto Juantorena fue investido hoy con el título Honoris Causa que otorga la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo.
“Era una deuda que teníamos. Nuestro centro de altos estudios siempre ha tenido una relación muy estrecha con él, un vínculo histórico, y esto fue un gran acto de justicia y un altísimo honor para nosotros", declaró el rector Silvano Merced a Prensa Latina.
"Pudimos intercambiar con él y se mostró, dentro de su estado de salud, muy motivado y activo y nos dejó el mensaje que nunca debemos ir para atrás ni para tomar impulso", agregó.
Juantorena, dijo Merced, se mostró feliz y le recordó que su casa era también de la universidad, con la que siempre mantuvo un vínculo histórico y una relación muy estrecha.
"Antes de su enfermedad estábamos inmerso con él en un proyecto con World Athletic para crear una academia acá y colocar una pista sintética", aseguró el rector.
El elegante de las pistas es una de las figuras más emblemáticas del atletismo cubano y mundial. Su nombre quedó inscrito en la historia del deporte gracias a una hazaña sin precedentes en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, cuando se convirtió en el primer y único atleta en ganar los 400 y 800 metros planos en una misma cita estival.
Su imponente zancada y resistencia excepcional le valieron también el apodo de El Caballo, un símbolo de potencia y elegancia en la pista.
Nacido el 3 de diciembre de 1950 en Santiago de Cuba, Juantorena comenzó su trayectoria en el deporte como jugador de baloncesto, pero su destino cambió cuando fue descubierto por el entrenador polaco Zygmunt Zabierzowski, quien vio en él un corredor excepcional.
Más allá de sus logros en la pista, ha sido un firme defensor del deporte como herramienta de transformación social, alineado con los principios de la Revolución cubana.
Como vicepresidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), promovió el desarrollo deportivo en Cuba y defendió el modelo de deporte amateur como un derecho del pueblo.
Además, ha sido una figura clave en el Comité Olímpico Internacional y en la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), representando los intereses del deporte cubano en el ámbito global.
Hoy, su nombre sigue resonando como sinónimo de excelencia, disciplina y entrega, valores que han inspirado a generaciones de atletas cubanos y del mundo. (Fuente: Prensa Latina)