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Camagüey, 30 may.- Por primera vez, la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz abre la carrera de Trabajo Social, una profesión que combina compromiso humano, conocimiento científico y acción transformadora.
A partir del próximo curso académico, previsto para septiembre, se ofrecerá la Licenciatura en Trabajo Social en la modalidad de curso por encuentro, con frecuencia quincenal, y tendrá una duración de cinco años. Las aulas funcionarán en el edificio del Instituto Provincial de Estudios Laborales (IPEL), ubicado en la calle Hermanos Agüero, en pleno centro de la ciudad.
El período de prematrícula será del 3 al 21 de junio, en la secretaría docente de la Facultad de Ciencias Sociales (edificio H-I). Los aspirantes deben presentar: carné de identidad, dos fotos tipo carné (1x1), título y fotocopia de nivel medio superior, certificado de notas y baja oficial si proviene de otra carrera universitaria.
La doctora María Teresa Caballero Rivacoba, jefa del nuevo programa académico, destaca que se han diseñado 49 asignaturas para ofrecer una formación integral que permita a los futuros profesionales no solo diagnosticar, sino transformar realidades sociales: “Porque el trabajo social es una necesidad y una carencia”, afirma.
Camagüey no es ajena a este campo: fue pionera nacional en ofrecer una Maestría en Trabajo Social desde 1994 hasta 2010. Sin embargo, es ahora que esta provincia concreta la apertura de la carrera universitaria, aunque ya se imparte en 116 universidades de América Latina.
“El primer reto del país es tener al trabajador social como un profesional”, sostiene Caballero Rivacoba, quien ha dedicado más de tres décadas a la investigación y al trabajo comunitario. Para ella, este nuevo paso implica reconocer el valor de una profesión que no se limita a asistir, sino que promueve la participación activa de los sujetos sociales sin ser intrusiva, y transforma desde la cercanía y la empatía.
Este programa responde a una deuda formativa con decenas de miles de personas que, tras la creación de las Escuelas de Trabajo Social impulsadas por Fidel Castro, no encontraron continuidad universitaria específica. Hoy, la apertura de esta carrera marca un momento histórico, no solo para la universidad, sino para Cuba; porque aspira a modelar un profesional con vocación de servicio, sensibilidad social y espíritu transformador. (Texto y foto: Adelante Digital)
