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Una biblioteca para el rock: memoria contra el olvido


Camagüey, 1 jun.- En la Sala de Música de la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella de Camagüey, con su piano de cola de fondo y la sensación en el aire de las viejas partituras para las refinadas liturgias de concierto, se vivió un gesto que desafía silenciosamente el olvido: la donación de dos libros sobre el rock cubano, un género históricamente arrinconado. Uno de ellos irá a la Sala de Arte, como si reclamara su espacio en una casa que nunca lo esperó del todo.

Una búsqueda rápida en el catálogo de la institución reveló un vacío casi impensable: apenas tres publicaciones sobre rock —una sobre John Lennon, otra sobre The Beatles y una más sobre el rock español— figuran en los registros. Nada del patio, casi nada de lo vivido. Ese hueco no solo es bibliográfico, es político y cultural. Por eso, esta entrega es un gesto de conciencia. Quienes la hicieron posible entienden que sin registro no hay historia, y que sin historia no hay legitimidad. Es la comunidad del rock cubano intentando vindicar su imagen, su lugar, su memoria.

El XXI Festival de Rock Sonidos de la Ciudad, que organiza la Asociación Hermanos Saíz, empezó este viernes por ahí. “Escribir de rock en Cuba es difícil porque es polémico y es político”, afirmó el profesor e investigador Maikel Leyva Romero, invitado de Holguín, quien tuvo a su cargo la presentación de los títulos.

Los libros son: Detrás del amplificador: Voces del rock cubano, del holguinero Raúl Cardona (Editorial Unos y Otros, EE.UU., 2024), y Que sea lo que ellos quieran (o la improbable historia del rock en La Habana), del habanero Junior Hernández Castro, conocido como “El Friki Periodista” (Ilíada Ediciones, Alemania, 2025). “Cuando se ha publicado en Cuba han sido ediciones limitadas, no son muchos ejemplares… en este caso han salido en el extranjero”, explicó.

En palabras sencillas, y contundentes, Leyva Romero sintetiza una gran verdad: “En Cuba el que tenga colección tanto de música como de bibliografía acerca del rock es por una cuestión personal, ha querido hacerlo. No hay institucionalmente un lugar donde usted pueda ir y tener todo el conocimiento del rock que quiera”.

Por eso, esta entrega cobra aún más sentido. Uno de los ejemplares del título de Cardona irá a la propia biblioteca; otro a la banda Sex By Manipulation, que aparece en el libro; y el tercero a Nelson Comas, también entrevistado y figura clave en la historia del metal cubano, fundador de Mr. Dominus y Monserrat.

El libro de Cardona reúne entrevistas a músicos cubanos entre 2018 y 2024, incluidos pioneros como Nilo Núñez (Rhodas) y bandas emergentes como Histeresi, reciente ganadora del Premio Cubadisco. El prólogo, escrito por Antonio González, aborda los matices de la censura al rock en Cuba, desde la prohibición hasta el estigma social.

Por su parte, el de Hernández solo está disponible por ahora en formato PDF, aunque el autor anunció que espera enviar copias impresas en septiembre. La obra, con 183 páginas y material fotográfico, recoge cuatro décadas de testimonios sobre la vida de los roqueros habaneros, centrado en el periodismo narrativo y la “leyenda negra” del rock en Cuba. En videollamada compartida con Cardona, dijo que su intención no es dar una versión definitiva, sino compartir “un puñado de historias del rock de la calle”.

En su conversación con Adelante, Leyva Romero reflexiona sobre cuánto falta por investigar. “Voy a empezar una maestría y me he propuesto estudiar las características de la comunidad de rock en Holguín”, cuenta. Y cita ejemplos similares: estudios en Granma, compilaciones de fanzines en Sancti Spíritus, trabajos sobre la historia de la escena desde los márgenes. “Hay muchos proyectos que institucionalmente no se les da visibilidad”.

Holguín, su provincia, destaca como una de las plazas más vivas del rock nacional. Con eventos como Rockmerías de Mayo, proyectos como Rock por dentro, Producciones Nova, fanzines, bandas, y una red de promotores que, a falta de estructuras formales, se apoyan entre ellos. “Holguín tenía cerca de 25 bandas. Hoy, por migración o razones económicas, quedan 9. Pero aún hay vida”, dice con una mezcla de orgullo y nostalgia.

Hablar de rock en Cuba es también hablar de persistencia. Leyva Romero lo resume con honestidad, ya que participa este año por primera vez como invitado, tras años asistiendo como público del festival: “En este país nada es como fue. Se ha perdido mucho. Hoy los eventos se hacen con mucho sacrificio. Quizá los conciertos no tengan la afluencia de antes, pero como decía Luis Daniel Batista —director de la Biblioteca y organizador de Sonidos de la Ciudad—, lo importante es que se han mantenido contra viento y marea. Con poquito, pero se están haciendo”. (Yanetsy León González/Adelante Digital) (Foto: Víctor Pando/AHS)


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