El Día de los Padres, una celebración anual que tiene lugar en todo el mundo, aunque en fechas diferentes, es mucho más que un simple día en el calendario; es una oportunidad valiosa para honrar la figura paterna y reconocer su papel fundamental en la formación familiar y social.
En nuestra isla antillana se escoge cada tercer domingo de junio para festejar su existencia, una jornada ideal para expresarles con palabras, besos y abrazos el cariño que les profesamos, aunque vale resaltar que no hace falta un día en específico para reconocer el rol preponderante que juegan los padres en nuestras vidas, todos son oportunos para transmitirles cuanto les queremos y agradecemos por su entrega, compañía, sabios consejos, enseñanzas y por ser esa guía que siempre busca mostrarnos el camino correcto.
Usualmente en Cuba, como en muchas partes del mundo, el día de los Padres es celebrado en familia, compartiendo juntos en comidas especiales, donde las postales y los regalos a esos héroes sin capa también están presentes.
Aunque lo material pasa a un segundo plano, en fechas como esta lo esencial es contar con ellos en nuestras vidas, como refugio seguro, como faro de luz en momentos oscuros, como ese abrigo dispuesto a cubrirnos, aún cuando ya somos adultos.
El Día de los Padres no solo celebra a esos hombres que han tenido la dicha de engendrar vida, sino también a los abuelos que han asumido esta figura paterna con sus nietos o a aquellos padrastros que han querido como propios a seres que no llevan su sangre. Y ¿por qué no? Es un día propicio además para reconocer a las madres que también han sido padres para sus retoños y han asumido esta responsabilidad con valentía, dedicación y mucho amor. (Texto: Marian Tejedor Ramírez/ Radio Cadena Agramonte, Fotos: Lilian Conde Blanco)