Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
Brasilia, 21 jun.- Con abrazos y llamados combativos, concluyó hoy en la Universidad Federal del estado brasileño de Espíritu Santo, la XXVII Convención Nacional de Solidaridad con Cuba, tras tres intensos días de debates, condenas al bloqueo y renovados compromisos.
En los primeros minutos de la jornada final, el argentino Norberto Galiotti, de la Red Continental de Solidaridad con Cuba, denunció el carácter criminal del asedio estadounidense y la inclusión de la isla en la lista unilateral de países patrocinadores del terrorismo.
“Ambos son flagelos que deben ser rechazados en cualquier tribuna”, exhortó ante un auditorio que respondió con aplausos prolongados y gritos de “¡Cuba sí, bloqueo no!”.
Minutos más tarde, el vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Víctor Gaute, llamó a profundizar la articulación y a multiplicar la solidaridad activa, recordando una frase del líder Fidel Castro: “Quien no sea capaz de hacer por el otro, no será capaz de hacerlo por sí mismo”.
Su intervención, impregnada de memoria histórica y sentido ético, convocó a tejer redes más amplias frente al cerco económico y mediático impuesto a Cuba.
Fernanda Tandim, coordinadora general del evento y figura clave del movimiento solidario en Espíritu Santo, emocionó con su intervención: anunció que se consolida una red de sindicatos brasileños dispuesta a canalizar donaciones, insumos y todo tipo de apoyo concreto hacia Cuba.
“Aquí no termina nada, al contrario, aquí comienza una nueva etapa de solidaridad consciente y organizada”, expresó con la voz entrecortada, mientras la sala respondía coreando “¡Cuba no está sola!”.
También tomó la palabra el veterano luchador social Edival Caja, referente del movimiento de solidaridad en el estado de Pernambuco.
Víctima de torturas durante la dictadura militar (1964-1985), Caja rindió homenaje a la resistencia de la Revolución cubana, “una nación que a 90 millas del imperio se ha mantenido digna, humana y solidaria con los pueblos del mundo”.
Evocó su primer contacto con el ejemplo cubano y lo definió de “faro en las tinieblas de América Latina”.
La clausura selló tres días de intensa agenda política, cultural y formativa, en los que delegaciones de distintos estados brasileños y representantes de países compartieron experiencias, reafirmaron compromisos y articularon nuevas estrategias para fortalecer la campaña internacional contra el bloqueo.
También los presentes abogaron por visibilizar los logros sociales cubanos y desmontar las campañas de desinformación.
La convención fortaleció la narrativa de que apoyar a Cuba no es un acto aislado, sino parte de la lucha global por un mundo de paz, en defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. (Fuente: Prensa Latina)
