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Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey

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Batalla contra la contaminación sonora


Apremia reducir a términos permisibles la contaminación sonora, que perjudica a todos por igual, tanto en el barrio, en la vía pública, en los centros laborales, donde no se guarda la discreción de no emitir sonidos raros y perjudiciales a los oídos y al sistema nervioso central.

Del tema bien, bien, se podría hacer un tratado con múltiples aristas y varios ejes centrales, con mayor o menor predominio los claxon de camiones, autos, bafles de bicitaxis y motorinas que riegan escandalosamente el bullicio por todas las ciudades.

No imagino que sucedería si un buen día, un pasajero o pasajera, toma uno de estos medios alternativos de transporte y pide al conductor bajar el volumen o apagar la música, con letra nada agradable e irrespetuosa, más cantantes desentonados.

Lo más sensato es que complaciera a los clientes y sería un aporte a que Camagüey solucione la desmedida contaminación sonora.

Póngase la mano en el pecho y juzgue, por sí mismo, desde comienzo de la calle San Ramón, desde los predios de la fábrica de tabacos El Surco, en que tiene que interrumpir la conversación. Igual ocurre en la céntrica Cisneros o Avenida de La Libertad.

¿Razones? Motores sin silenciadores y a una velocidad como si fuera el entorno de un área de campo y pista.

Sobre lo mencionado, hasta ahora, todo este descrito en normas, decretos y decretos leyes que llaman al orden y la disciplina, sin embargo, es esencial de que cada una de las partes implicadas enfrenten el fenómeno y lo hagan, sin exceso ni temblarles las manos, bajo la máxima fidelista: ni tolerantes ni implacables.

Varios amantes de la justa tranquilidad se quejan de que en sus repartos, a cualquier hora, tarde en la noche o madrugada motorinas y otros medios rompen la tranquilidad del sueño con un estruendoso golpe “musical”. Después cuesta consolidarlo y volver a cerrar los ojos.

No hemos hablado de cada una de las partes, en que la contaminación sonora afecta gravemente el organismo humano, como enemigo invisible. Es hora de reaccionar y tomar con seriedad las medidas, como sucede en otros países. (Texto: Enrique Atienzar Rivero/colaborador de Radio Cadena Agramonte) (Foto: Internet)


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