logo Imagen no disponible

Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey

Cuba, electricidad, apagones, ahorro

Corriente: ¿en el top público?


Quizá como pocas ocasiones anteriores, el tema eléctrico se “roba” el protagonismo de la agenda pública cubana.

Las permanencia de los vaivenes en la disponibilidad energética, sacude con fuerza la cotidianidad nacional, y provoca, lógicamente, que se barajen  diversas aristas de opiniones.

Eso sí, no faltan ciertos razonamientos dirigidos a una supuesta incapacidad de las estructuras provinciales en el manejo de los apagones. Pero ese sensible tema, bien merece un capítulo posterior.

Positivo es recordar algo: Cuba tiene una infraestructura, que aunque dañada por años sin reparaciones vitales, si es suficiente como para sostener los incrementos en el consumo, pero solo si estuvieran, aclaro, en plenitud de facultades.

Dolorosamente no lo están, y todo parece indicar que su proceso de recuperación, aunque fuese lento, no se atisba en una fecha relativamente cercana.

Empero, y hay que ir por parte: la generación distribuida está lacerada por la falta de combustible, lubricantes y pieza de repuestos, y ese respaldo insoslayable para las termoeléctricas, no reportan el apoyo deseado.

Esa es una causa, que es real, y por ese motivo, se trabaja aceleradamente en función de los parques solares fotovoltaicos (PSFV), una alternativa viable, pero que dados los problemas en la producción energética, su aporte aun es insuficiente para reducir los altos déficits.

Y entre el desconocimiento y las malas intenciones, se mueven las muchas críticas actuales. Es poco menos que imposible, recuperar, con apenas 24 instalaciones, la energía suficiente para amainar la tempestad provocada por los apagones.

Nadie puede negar, que su inclusión, algo tardía, desde la visión de muchos, ha contribuido muy modestamente a que el golpe sea menos sólido, pues de no existir, entonces realmente otra sería la historia. Y seguramente, más oscura.

Tal vez en estos momentos no se analizan con “mente fría” algunas cuestiones básicas, casi elementales: si al país han entrado miles de equipos cuya matriz de funcionamiento es la electricidad, y siguen entrando, entonces es impensable reducir apagones, sobre todo, cuando las termo están con una enorme inestabilidad.

Aparte, sume el hecho de nuestro clima, el crecimiento de nuevas instalaciones de servicios no estatales, y los bajos niveles de la llamada conciencia de ahorro, cuya traducción literal es consumir solo la necesaria.

Las implicaciones de los cortes eléctricos son de amplio dominio popular, posiblemente por su impopularidad, pues se afecta toda la vida laboral y espiritual del país.

No hay economía que soporte un largo retraso en la solución. Por ahora, es solo un deseo, pero nadie se queda de brazos cruzados. Aunque las instituciones quieren resolverlo, llevará más tiempo del que se quisiera.

No obstante, la capacidad de resiliencia de los cubanos vuelve a ponerse a prueba.

Como es habitual, allanaremos el camino de la victoria, aunque llegar a ella sea por un sendero extremadamente espinoso.

Es verdad, nos falta la corriente eléctrica, por cierto, con semanas en el top público, pero, por suerte, no tenemos déficit de luces… en la inteligencia colectiva. (Texto: Gilberto Rodríguez Rivero/colaborador de Radio Cadena Agramonte) (Foto: Internet)


En esta categoría

Comentarios


Tu dirección de correo no será publicada *