Australia, 26 ago.- Pacientes con covid-19 prolongado experimentan deterioro funcional e importantes pérdidas de la calidad de vida a niveles similares a los observados tras un accidente cerebrovascular o enfermedades como la artritis reumatoide y el párkinson, según los autores de una nueva investigación de la Universidad de Deakin.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió esta afección como la persistencia o aparición de diversos síntomas tres meses después de la infección por SARS-CoV-2, los mismos que duran al menos dos meses sin otra explicación.
Esta enfermedad puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen en medio de una lucha contra la fatiga, la dificultad para respirar, la confusión mental, mareos, dolores, palpitaciones u otros síntomas que limitan la capacidad de los pacientes para socializar, realizar tareas domésticas y trabajar durante meses o años, reveló el estudio publicado este lunes en Australian Journal of Primary Health.
Aunque el riesgo es menor que al inicio de la pandemia, alrededor del 6 % de quienes tuvieron covid-19 podrían desarrollar esta condición, siendo más vulnerables mujeres, adultos mayores, fumadores, personas con sobrepeso y con enfermedades crónicas.
En la investigación participaron 121 adultos australianos entre 36 y 50 años con covid-19 prolongado entre 2020 y 2022. Los participantes completaron la Escala de Evaluación de Discapacidad de la OMS para medir la discapacidad y la funcionalidad, así como la Encuesta de Salud de Formulario Abreviado para evaluar la calidad de vida cotidiana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió esta afección como la persistencia o aparición de diversos síntomas tres meses después de la infección por SARS-CoV-2, los mismos que duran al menos dos meses sin otra explicación.
Esta enfermedad puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen en medio de una lucha contra la fatiga, la dificultad para respirar, la confusión mental, mareos, dolores, palpitaciones u otros síntomas que limitan la capacidad de los pacientes para socializar, realizar tareas domésticas y trabajar durante meses o años, reveló el estudio publicado este lunes en Australian Journal of Primary Health.
Aunque el riesgo es menor que al inicio de la pandemia, alrededor del 6 % de quienes tuvieron covid-19 podrían desarrollar esta condición, siendo más vulnerables mujeres, adultos mayores, fumadores, personas con sobrepeso y con enfermedades crónicas.
En la investigación participaron 121 adultos australianos entre 36 y 50 años con covid-19 prolongado entre 2020 y 2022. Los participantes completaron la Escala de Evaluación de Discapacidad de la OMS para medir la discapacidad y la funcionalidad, así como la Encuesta de Salud de Formulario Abreviado para evaluar la calidad de vida cotidiana. (Texto y Foto: Cubasí)