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Marco Rubio, Venezuela, injerencia, Estados Unidos

Las mentiras de Mr. Rubio XIII. Ahora contra la ONU


EE.UU, 8 sep.- En su reciente gira por México y Ecuador, en particular en este último país, Mr. Rubio se mostró francamente fuera de quicio, simplemente por las lógicas preguntas que periodistas temerarios le hicieron, corriendo el riesgo de que les quiten los visados para entrar en EEUU, algo de moda en la praxis cotidiana del Departamento de Estado.

En medio del intercambio con la prensa local quiteña, Mr. Rubio pronunció su frase lapidaria contra la ONU. Dijo: “No me importa lo que diga la ONU. La ONU no sabe de lo que está hablando”. Convengamos que esto es inédito, en boca de un canciller, peor, del país donde tiene su sede el organismo que para Mr. Rubio es irrelevante.

Ciertamente no es la primera vez que altos dirigentes estadounidenses, incluido por cierto Trump, han cuestionado tal o más cual postura asumida por la ONU; para no ir lejos siempre desconocen el abrumador, casi unánime, rechazo de la Asamblea General de la ONU al bloqueo genocida contra Cuba.

El propio Trump ha ordenado salirse de alguna que otra estructura del sistema de Naciones Unidas, por ejemplo de la UNESCO o del Consejo de DDHH, y desde su anterior mandato intentan deslegitimar a la ONU por la prevalencia de posiciones favorables a Palestina. 

Pompeo, el último canciller de la primera administración Trump, más de una vez cuestionó a la ONU, pero nunca con ese desdén explícito de Mr. Rubio, a quien quizás haya que agradecerle su sinceridad para exponer en público, lo que parece ser una opinión consensuada en estos círculos de la ultra derecha estadounidense, de profunda inclinación pro sionista.

Y claro, Mr. Rubio es un agente sionista con todas las de la ley; por ello determinó el retiro del visado al Presidente palestino y a la delegación de dicho país, prevista a participar en las sesiones de la Asamblea General de las NNUU, donde el secretario de estado prevé una rebelión discursiva contra las atrocidades de Israel.

En la conferencia de prensa en Quito, además de desconocer a la ONU, Mr. Rubio se vio obligado a defender la última “hazaña” de las us navy contra una “poderosa” narco lancha que aún no se sabe si alguna vez existió. En este tema Mr. Rubio fue más prudente, a sabiendas que el evento rompió los parámetros de incompetencia comunicacional, trasladando al Pentágono la tarea de explicar lo imposible.

De todas formas, Mr. Rubio fue enfático en exaltar el derecho de Estados Unidos a despedazar una nave que trafica drogas, bajo el concepto bastante común en la práctica policial estadounidense, según el cual primero se dispara al sospechoso y luego se le pide el alto, que lo acatará si la victima queda con vida.
 
En el supuesto de que la narco lancha hubiera existido, las circunstancias y la forma en que se destruyó, constituyen una flagrante violación de las normas internacionales, aseguró por su cuenta Amnistía Internacional, donde es improbable algún tipo de simpatía por el chavismo.

Reconocidos periodistas de investigación estadounidenses, coinciden que en el caso de la voladura del narco bote no existe ninguna legislación, o norma jurídica en el país que amparase tal acción. Se dice que la Casa Blanca busca desesperada como llenar ese vacío. 

Por su parte el connotado anti chavista Juan González, ex jefe asesor de seguridad nacional de Biden, señaló que hay muchas evidencias de que la interdicción de traficantes en alta mar es más efectiva, sirve para juzgar a los malhechores, con su correspondiente efecto ejemplarizante, y de paso son fuente de información operativa y útil. Previamente Mr.Rubio había asegurado, textual: “interceptar barcos con drogas no funciona, volarlos los detendrá”.

Volviendo a la verborrea anti venezolana, Mr. Rubio intentó justificar su creciente hostilidad contra el gobierno de dicho país, a partir de una eventual decisión de un gran jurado de la ciudad de Nueva York, que en el pasado declaró culpable de narcotráfico al presidente venezolano. 

La pregunta que cabe aquí es que jurisdicción tiene una corte distrital estadounidense, sobre una persona que no es ni ciudadano ni residente allí, como es el caso de Nicolás Maduro, sin hablar de cuál fue el nivel de manipulación de pruebas y testigos, o si se respetó el debido proceso, etc.

Mientras que Mr. Rubio se paseaba como matón de barrio,  avanzaba el despliegue aeronaval imperial, agrediendo la paz que merecen quienes tienen costas en el mar Caribe. Las tensiones se incrementan con el pasar de los días, y nadie sensatamente debe o puede subestimar el peligro que se cierne en esta ocasión contra Venezuela, ¡pero ojo! mañana podría ser cualquier otra víctima.

A propósito, muy atinado evocar en este minuto lo que expresó en 1946 el pastor evangélico alemán Martin Niemöller, valido para las actuales circunstancias: “Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista... Cuando vinieron a por los judíos, no protesté, porque yo no era judío... Cuando vinieron a por los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista... Cuando vinieron a por mí, no quedaba nadie que pudiera protestar.”
 
Así es, la solidaridad con Venezuela es con toda Nuestra América, el momento es para protestar, lo que sea que eso supone, para ahorrarnos un lamento al estilo Niemöller.  (Texto: Francisco Delgado/ Cubasí) (Foto: Cubasí)


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