La Habana, 10 sep.- Con apenas 18 años, el espirituano Jorge Hodelín Rodríguez se ha convertido en uno de los nombres revelación del atletismo cubano en 2025. Especialista en salto de longitud, logró inscribir su nombre en el Mundial de Atletismo de Tokio tras firmar una marca histórica de 8.34 metros durante el Campeonato Nacional Juvenil en Camagüey, el pasado 29 de junio.
Ese resultado lo colocó directamente en la élite de la temporada, pues según el ranking mundial del año figura en el tercer lugar compartido, junto al jamaicano Tajay Gayle, el suizo Simon Ehammer y el australiano Liam Adcock, todos con idénticos 8.34 m. Por delante aparecen únicamente el campeón olímpico griego Miltiadis Tentoglou, líder con 8.46 m, y el italiano Mattia Furlani, recordista mundial sub-20 con 8.37 m.
Lo logrado en la “Ciudad de los Tinajones” lo colocó en la cima del ranking juvenil de la temporada y lo consolidó como el mejor exponente cubano del salto de longitud en la actualidad, una prueba de tradición dorada para la Isla gracias a figuras como Iván Pedroso, su gran referente. El 2025 ya había mostrado un anticipo de lo que vendría: el 14 de junio Hodelín rompió por primera vez la barrera de los 8 metros con un 8.04 m, preludio de la explosión que lo catapultaría entre los mejores.
La historia deportiva de Hodelín comenzó en cuarto grado, cuando incursionó en el medio fondo. Más adelante, se inclinó por el salto de altura, disciplina en la que llegó a superar los 1.90 m y ganar títulos. Sin embargo, el destino lo empujó al salto de longitud, donde encontró su verdadera identidad. Con apenas 15–16 años registraba 7.14 m, marca que le abrió las puertas del equipo nacional juvenil. Desde entonces, bajo la guía del experimentado entrenador Miguel Javier Vázquez —con más de dos décadas de experiencia—, ha crecido técnica y mentalmente hasta convertirse en la gran promesa del campo y pista cubano.
Su nombre figuraba entre los favoritos a conquistar medalla en los II Juegos Panamericanos Junior de Asunción, en agosto de este mismo año. Sin embargo, una enfermedad lo dejó fuera de la cita, frustrando lo que pudo ser su estreno internacional. Ahora, el destino le da una revancha mayor: debutar nada menos que en un Mundial absoluto, donde tendrá la oportunidad de medir su talento contra las figuras consagradas del planeta.
“Es un sueño más para mí asistir a este Campeonato del Mundo, por lo que me siento muy contento al verlo realizado, ahora hay que mantenerse arriba para seguir haciéndolo bien. Clasifiqué gracias al 8.34m en el Nacional Juvenil, era un resultado que esperaba, y lo cumplí gracias al trabajo realizado junto a mi entrenador. Es una marca que pone me entre los mejores del mundo en este año, algo que me motiva mucho, pero no estoy conforme, hay que seguir guapeando para que el año que viene sea aún mejor”, señala el joven.
Cuba llegará a Tokio con 17 representantes, y una vez más las mayores esperanzas de podio estarán en los saltos horizontales. Las triplistas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea, campeona y subcampeona en el Mundial Bajo Techo de este año, lideran la armada femenina.
En tanto, Hodelín asumirá la responsabilidad de ser el único cubano en la longitud, con la ilusión de inscribir su nombre en una especialidad que tantas glorias ha regalado a la Isla. Con la madurez de un veterano y la frescura de su juventud, Jorge Hodelín se lanza ahora al mayor desafío de su corta carrera. La estela de Pedroso sigue siendo el faro, pero su propia historia comienza a escribirse con saltos largos y sueños aún más grandes. (Texto y Foto: Cubadebate)