Camagüey, 17 sep.- La contaminación del aire representa una ame naza grave para la salud humana y el medio ambiente, aunque muchas personas no sean conscientes de su peligrosidad.
Según expertos, se define como la presencia en el aire de sustancias o formas de energía que pueden causar daños, molestias, reducir la visibilidad, producir olores desagradables o generar enfermedades.
Aunque muchas fuentes de contaminación son humanas, también existen causas naturales como erupciones volcánicas, incendios forestales o fenómenos geológicos. En Cuba, las principales causas son la planificación urbana deficiente, uso de tecnologías obsoletas en la industria y el transporte.
Cada año, la contaminación en espacios cerrados causa aproximadamente un millón 500 mil muertes. La dependencia de combustibles sólidos también contribuye al cambio climático y la deforestación.
A nivel mundial, la mala calidad del aire provoca unas 4,2 millones de muertes prematuras anualmente, principalmente por enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cánceres, causadas por partículas finas en el aire.
En Cuba las fuentes principales incluyen termoeléctricas, refinerías, industrias petroleras, siderúrgicas, de materiales de construcción y el transporte. Además, la contaminación por desechos industriales, pesticidas y productos químicos agrícolas agrava la situación, afectando la salud y el ambiente.
La falta de conciencia ambiental y cultura ecológica en la población y profesionales es un factor clave. La educación y la sensibilización son fundamentales para cambiar actitudes y promover acciones responsables.
Es urgente crear conciencia y fortalecer la colaboración entre sectores para encontrar soluciones efectivas. La modernización de tecnologías, un mejor control de las emisiones y una mayor cultura ambiental son esenciales para mejorar la calidad del aire y proteger nuestro planeta.
Problemas como la mala planificación territorial, la cercanía de viviendas a industrias contaminantes y la falta de sistemas adecuados de tratamiento de emisiones contribuyen a la problemática en Cuba.
Es recomendable realizar estudios sistemáticos sobre las emisiones vehiculares en las ciudades y promover acciones concretas para reducir la contaminación, siempre que las condiciones lo permitan.
En conclusión, la contaminación atmosférica afecta la salud humana, daña ecosistemas y contribuye al cambio climático. Es una problemática que requiere atención urgente y acciones coordinadas para preservar la vida en nuestro planeta. (Enrique Atiénzar Rivero/Colaborador de Radio Cadena Agramonte) (Foto: Tomada de Internet)