China, 15 oct.- A pesar de la reciente desescalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el presidente estadounidense Donald Trump mantiene su disposición para reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, en Corea del Sur. Así lo confirmó ayer el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent. No obstante, desde Pekín, el mensaje fue contundente: China está preparada para “luchar hasta el final” en la guerra comercial.
Bessent señaló que Washington ha decidido posponer la imposición de aranceles del 100 % a los productos chinos hasta después del esperado encuentro entre ambos líderes.
Sin embargo, el gobierno chino reafirmó su postura sin ambigüedades. En un comunicado emitido por el Ministerio de Comercio, un portavoz declaró:
“En lo que respecta a las guerras arancelarias y comerciales, la postura de China sigue siendo la misma. Si quieren luchar, lucharemos hasta el final; si quieren negociar, nuestra puerta sigue abierta”.
El secretario del Tesoro también reveló que durante el fin de semana hubo intercambios entre ambas partes y que se prevén nuevas reuniones. “Hemos desescalado sustancialmente”, afirmó en una entrevista con Fox Business Network. Añadió que “el presidente Trump dijo que los aranceles no entrarían en vigor hasta el 1º de noviembre. Se reunirá con el presidente Xi en Corea. Esa reunión sigue en pie”.
La cita entre Trump y Xi está programada para la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que se celebrará en Corea del Sur a finales de octubre. Bessent insistió en que “el arancel de 100 por ciento no tiene por qué implementarse” y aseguró que “la relación, a pesar del anuncio de la semana pasada, es buena”.
Ambas naciones se encuentran inmersas en una guerra comercial que se intensificó desde febrero, cuando Trump impuso un arancel del 10 % a todas las importaciones provenientes de China.
En marzo, ese porcentaje se elevó al 20 %, y tras una serie de medidas recíprocas, en abril la tarifa estadounidense sobre productos chinos alcanzó el 145 %, mientras que China respondió con un arancel del 125 % a los productos estadounidenses.
En mayo, tras negociaciones de alto nivel celebradas en Ginebra, Suiza, Pekín y Washington acordaron reducir sus respectivos aranceles en un 115 % durante un plazo de 90 días. Como resultado, Estados Unidos bajó sus tarifas a productos chinos al 30 %, y China redujo las suyas al 10 %. (Texto y Foto: Cubadebate)