
Cornelia Sixta Tabio Delgado, con 84 años de edad, es ejemplo vivo de vocación y entrega al magisterio.
Jubilada y reincorporada, aporta a la educación con la misma pasión que la acompañó desde niña, cuando decidió que ser maestra sería su destino.
Agradece profundamente la orientación de sus maestras de primaria y la educación familiar que la guiaron hacia esta profesión que se convirtió en su razón de ser.
A lo largo de su vida ha transitado por diferentes enseñanzas, dejando huellas imborrables en generaciones de estudiantes. Hoy comparte con colegas que alguna vez fueron sus alumnos, un motivo de orgullo y satisfacción que confirma la trascendencia de su labor.
La escuela Rafael María de Mendive ha sido uno de los centros donde más tiempo ha permanecido, convirtiéndose en su segunda casa y en el escenario de innumerables jornadas de enseñanza.
Para Sixta ser maestra es la alegría de sentirse útil. Cada jornada con sus alumnos es un motivo de disfrute y renovación.
No concibe otra profesión: enseñar ha sido siempre su mayor deseo y, si pudiera volver a nacer, sin dudarlo escogería nuevamente el magisterio.
Su vida demuestra que la docencia no es solo un oficio, sino un compromiso con la sociedad y un acto de amor.
La maestra Sixta encarna la esencia de la educación como servicio, entrega y vocación, inspirando a quienes hoy siguen sus pasos y recordando que enseñar es también aprender a vivir. (Texto y foto: Zenia Donet García/Radio Cadena Agramonte)