
La Habana, 18 dic.- Con la firma de un intercambio de notas entre el gobierno de Japón y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), quedó formalizado este martes un donativo de un millón de dólares destinado a mejorar la infraestructura de agua, saneamiento, higiene y servicios de salud en las provincias orientales de Cuba.
El acuerdo, firmado por el Excmo. Sr. Nakamura Kazuhito, embajador de Japón en Cuba y la representante adjunta de Unicef en la isla, Sunny Guidotti, marca la segunda colaboración de este tipo entre ambas entidades, luego de una primera experiencia exitosa durante la pandemia de COVID-19, cuando los fondos japoneses contribuyeron a la adquisición de equipamientos esenciales para la cadena de frío de vacunación.
“Este apoyo se enmarca en el proyecto para el mejoramiento de la infraestructura de agua, saneamiento, higiene y servicios de salud en las provincias orientales”, explicó el embajador japonés durante la ceremonia.
“Nuestro propósito es llegar a varias comunidades del oriente del país frecuentemente afectadas por la sequía y por diversos fenómenos naturales, especialmente tras el devastador huracán Melissa”.
El diplomático destacó que el proyecto, con un valor de un millón de dólares, constituye una muestra concreta de la cooperación internacional y de la solidaridad del pueblo japonés hacia el pueblo cubano.
Expresó su esperanza de que “los equipos e insumos que se adquieran con este donativo contribuyan a asegurar acceso a servicios sanitarios esenciales y a fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a los impactos del cambio climático y otras emergencias”.
Las provincias beneficiarias serán Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, territorios que, según UNICEF, están expuestos a múltiples peligros climáticos y han sufrido en los últimos dos años el embate de huracanes y prolongadas sequías, con un impacto directo en servicios esenciales para la infancia
Por su parte, la representante de UNICEF en Cuba enfatizó que “hoy presentamos un proyecto que es, ante todo, una inversión en derechos. El derecho de niñas y niños a crecer sanos, a aprender en escuelas seguras, y a recibir atención de salud de calidad, incluso en crisis o emergencia”.
La iniciativa, con una duración de 24 meses, se estructura en dos componentes clave para generar un impacto directo y sostenible: el fortalecimiento de los servicios de salud materno-infantil y la mejora del acceso a agua, saneamiento e higiene (WASH) en territorios expuestos.
El proyecto reforzará la resiliencia de estos servicios ante múltiples peligros. Se garantizará equipamiento e insumos para mejorar la calidad de la atención en al menos cinco instituciones de salud. Además, se capacitarán aproximadamente 190 profesionales en cuidados especializados y en la promoción de una nutrición adecuada durante los primeros 1,000 días de vida, etapa crítica para el desarrollo infantil.
Asimismo se rehabilitarán sistemas de agua y saneamiento en comunidades e instituciones esenciales para la continuidad de la atención, como centros de salud materno-infantil y escuelas, mejorando las condiciones de vida y reduciendo riesgos de enfermedades.
“Beneficiará directamente a niños, niñas, adolescentes, mujeres embarazadas y comunidades vulnerables”, detalló Sunny Guidotti.
Con esta iniciativa, se estima que cerca del 47.8% de los recién nacidos y mujeres embarazadas en las áreas de intervención accederán a servicios de salud fortalecidos y mejor preparados para responder ante emergencias, con un enfoque de equidad y género.
La representante de UNICEF destacó que esta iniciativa da continuidad a una cooperación estratégica con Japón en áreas clave como salud, vacunación y preparación para emergencias, describiéndola como “una alianza basada en valores compartidos, de solidaridad, prevención y compromiso con el bienestar de las nuevas generaciones”.
Esta nueva fase afianza una colaboración probada, alineada con las prioridades de desarrollo de Japón y los objetivos de Cuba. Contribuye directamente a asegurar los derechos de la infancia y a construir resiliencia comunitaria.
“UNICEF está plenamente comprometido en lograr esos propósitos junto a las autoridades cubanas, asegurando que cada acción contribuya a la protección y bienestar de la infancia y la maternidad en el oriente del país”, afirmó, al tiempo que agradeció al gobierno de Japón por confiar nuevamente en la organización.
El proyecto se implementará en coordinación con las autoridades cubanas locales y nacionales, en línea con los planes de desarrollo del país.
Representa un esfuerzo concreto para mitigar el impacto de fenómenos climáticos extremos y fortalecer sistemas vitales de agua y salud, beneficiando a quienes más lo necesitan en las comunidades orientales de Cuba. (Texto y Foto: Cubadebate)