
Turquía, 25 dic.- Los escombros de la nave particular que partió de la capital turca y tenía como destino la ciudad libia, en la cual viajaba el máximo responsable castrense de las fuerzas aliadas al ejecutivo con sede en Trípoli, Mohammed Ali al Haddad, fueron localizados.
El descubrimiento lo realizó la Gendarmería de Turquía aproximadamente a dos kilómetros al sur de la localidad de Kesikkavak, dentro del distrito de Haymana, a casi setenta kilómetros de Ankara.
Así lo comunicó el ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, quien hizo pública la información a través de sus perfiles en redes, asegurando que se brindarán nuevos datos conforme progrese la investigación. Hasta el momento no existe un parte oficial que detalle la cantidad de fallecidos o la condición de quienes iban a bordo.
Se trataba de un jet Dassault Falcon 50 de carácter privado que, de acuerdo con los reportes iniciales, cayó alrededor de media hora después de haber levantado vuelo desde el aeropuerto Esenbo?a, en Ankara. Tras su desaparición de las pantallas de radar, comenzaron a distribuirse en Telegram y en la plataforma X imágenes y grabaciones sin confirmar que aparentemente mostraban fragmentos metálicos severamente destrozados y dispersos en un terreno árido.
Conforme a datos divulgados por fuentes especializadas en temas aeronáuticos, en el Falcon 50 (con matrícula 9H-DFS) viajaban, junto a Al Haddad, Alfitori Jribil, jefe del Estado Mayor de las fuerzas terrestres libias, y otros miembros del alto mando castrense. El vuelo retornaba a la capital libia al finalizar una visita de Estado a territorio turco.
Pocas horas antes del siniestro, Mohammed Ali al Haddad había sostenido un encuentro con el titular de Defensa de Turquía, Yasar Güler, en el marco del fortalecimiento de la colaboración castrense entre Ankara y Trípoli.
Precisamente el día previo, el Parlamento turco había autorizado la extensión por dos años más de la misión militar de su país en Libia, resaltando la relevancia estratégica de la presencia turca en la nación norteafricana.
Por ahora se ignoran los motivos del suceso. Las autoridades iniciaron las pesquisas correspondientes para determinar las razones del choque y las condiciones que provocaron la interrupción de las comunicaciones con el aparato durante su trayectoria.
Este acontecimiento posee una gran trascendencia política y regional, considerando el papel fundamental que desempeñaba Al Haddad en los esfuerzos por integrar a las facciones armadas libias y en el frágil balance entre los diversos actores militares e institucionales del territorio.
Era el representante de la jerarquía militar del Gobierno encabezado por Abdul Hamid Dbeibah y colaboraba en estrecha sincronía con actores extranjeros, especialmente con Turquía, aliado principal del Ejecutivo tripolitano en el ámbito castrense y geoestratégico.
Pocas horas antes del siniestro aéreo, Al-Haddad se había reunido en Ankara con el ministro de Defensa turco, Yasar Güler, en un contexto caracterizado por la reciente ampliación del mandato de las tropas turcas en Libia. Su persona era vista como indispensable para el complejo equilibrio interno libio y para las conversaciones orientadas a pacificar el país, aún fragmentado entre potencias opuestas y grupos de milicianos. (Texto y Foto: Cubadebate)