Por Aramís González Cruz/ Radio Cadena Agramonte.
La Constitución de la Yaya, resultó la última elaborada en el proceso independentista cubano que puso fin a la definición de las formas institucionales más apropiadas al objetivo revolucionario emprendido en Guáimaro.
En esta carta magna, se subraya el ideal de una independencia total y sin concesiones; y llega a su punto más alto la fuente del derecho constitucional mambí al ser expresión de la radicalización del pensamiento político cubano.
A partir de La Yaya, se creó un estado de derecho, que expresó la simbiosis en un mismo proceso de los conceptos de Pueblo, Patria, Revolución y República Democrática.
Fue novedosa y creativa, y legó como principio irreductible, la existencia de una Patria, la soberanía, la independencia y la libertad.
El análisis del contenido nos demuestra, desde el punto de vista técnico, interesantes argumentos constitucionales:
- Presenta una mejor organización y estructuración del contenido.
- Expone de mejor forma el deber de servir a la Patria, planteando por primera vez como parte de esto es el deber del servicio militar.
- Define la base territorial como elemento del Estado.
- Plantea los requisitos para ser ciudadano cubano.
- Señala, de manera más acabada y completa, la parte orgánica al redactar de mejor forma cuestiones tales como las atribuciones de los órganos y los principios de su funcionamiento.
- Incluye los requisitos para ser presidente y vicepresidente, la inmunidad parlamentaria de los asambleistas y miembros del Consejo y las funciones de los secretarios de estado.
La Constitución de la Yaya, es otro documento que enriquece la tradición constitucionalista de los cubanos y muy en especial de los luchadores del legendario Camagüey.
En la actual provincia más extensa del territorio nacional se aprobaron tres de las cuatro constituciones mambisas.