Por Mariela Peña Seguí/ Radio Cadena Agramonte
La alegría de María Felipa es lo primero que salta a la vista cuando uno la conoce. La sonrisa viene fácilmente, no solo a su rostro, sino a todo su cuerpo, y contagia a quienes conversan con ella y admiran a la vez su vitalidad y lucidez.
Ella, aun cuando la memoria a veces la abandona, a sus 102 años es una mujer feliz. Eso me dijo cuando fui a conocerla a su casa del reparto Caridad de Méndez en la ciudad de Camagüey.
Me contó que nació el 1ro de mayo de 1912 en un lugar conocido como Los Quemaditos, en el norteño municipio de Esmeralda, y que se casó con Prudencio, su esposo de toda la vida, y padre de sus cuatro hijos, un varón y tres hembras.
María Felipa Domínguez González es una de las cerca de 200 personas centenarias que viven hoy en la provincia de Camagüey.
Según informes de la Oficina Nacional de Estadística en este territorio, al cierre del último Censo de Población y Viviendas, en 2012 vivían en tierras agramontinas 226 personas con más de 100 años; 140 de ellos eran mujeres, y 16 preferían vivir solos, aunque contaban con la atención de familiares e instituciones.
Pero María Felipa prefiere vivir rodeada de su familia, que tiene también bajo su cuidado a Ángela de la Caridad, otra anciana de 95 años. Cuatro hijos, 12 nietos y cuatro biznietos es el saldo de la tropa creada por ella y su esposo.
A sus 102 años, Felipa goza de una salud increíble. Como ella misma me explicó, anda con el bastón, pero sola, oye muy bien y tiene la vista bien, aunque la memoria le falla de vez en cuando. “Mi corazón late muy bien”, me dijo, y volvió a reírse.
Dice que su único vicio siempre fue comer, y cuando le pregunté el secreto de su longevidad, me dijo que eso no podía decírmelo, que quizás fuera el modo de vivir la gente lo que las hace perdurables o no.
Mucho se hace para elevar la esperanza de vida de los cubanos, en este país donde la población envejece a un ritmo acelerado. El objetivo es lograr que junto al aumento de la expectativa de vida, crezca también la calidad con la que se envejece.
Se habla de métodos, de alimentación, de cuidados, de atención médica…., sin embargo, el secreto de la longevidad puede estar en el amor, la compañía y la alegría. María Felipa así lo demuestra.