Por Yolanda Ferrera Sosa/ Colaboradora de Radio Cadena Agramonte.
La belleza e hidalguía de la mujer camagüeyana, han sido a través del tiempo fuentes de inspiración para muchos músicos. Pero las féminas no solo han sido musas; ellas también han sabido con su talento enriquecer la cancionística del legendario Camagüey.
Ambas realidades centrarán la atención del evento teórico del Festival Boleros de Oro en este territorio, que tendrá lugar los días 21 y 22 de junio, auspiciado por el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. (UNEAC).
Serán Benito Estrada, Joan Manuel Pico y Ernesto Agüero quienes tendrán a su cargo la conducción de este espacio; en tanto participarán como invitadas vocalistas de un sólido aval en la recreación de ese centenario género musical que es el bolero, encabezadas por Candita Batista, Idalgisa Salazar y Liudmila Pardillo.
Desde el año 2006, la delegación provincial de la UNEAC dedica estos espacios de reflexión en el contexto de los Boleros de Oro, a debatir sobre música y músicos camagüeyanos, entre ellos Luis Casas Romero, Jorge González Allué y Rafael García Grasa.
Céspedes y “la Conchita”, un ejemplo de inspiración femenina
El bayamés Carlos Manuel de Céspedes –quien con su patriotismo encabezó el 10 de octubre de 1868 la gesta insurreccional contra el dominio peninsular en la Isla- visitaba con cierta frecuencia la cercana localidad camagüeyana de Guáimaro, para disfrutar de sus bienvenidas ferias.
Allí conoció a una bella joven, llamada Conchita, a quien dedicó una canción que él mismo cantó por primera vez en una serenata a la joven guaimareña, en la noche del siete de diciembre de 1865. Sus encendidos versos, expresaban:
Lirio esbelto del plácido río, / blanca perla nacida en los mares, / ven y escucha los dulces cantares, /del que te ama con férvido ardor.
De tu sueño despierta, ángel mío, / con el blando rumor de mis quejas, / ven a abrirme piadosa tus rejas, / ven recibe un suspiro de amor.
Voluptuosa la noche convida/ a gozar de sus dulces caricias, / el misterio nos da sus delicias/ las estrellas su puro esplendor.
Ven Conchita, tu amor es mi vida/ por ti rompo del mundo los lazos, / y a sentir y a gozar en mis brazos/ ven Conchita del alma, sí ven.