Rafael Rodríguez Rivera, un infatigable productor de 65 años del municipio de Santa Cruz del Sur, continúa trabajando con dedicación a pesar de haber enfrentado problemas de hipertensión arterial. Su corazón, que en el pasado le dio señales de descontrol, no ha impedido que mantenga un ritmo activo en sus cultivos de los cuales se siente orgulloso.
“En mi terreno he sembrado pepino, plátano de diversas variedades, calabaza y lechuga. Ya he vendido varios mazos de hortalizas a precios justos, porque soy un productor que sabe tratar bien a la comunidad”, asegura Rafael con satisfacción.
Residente en el final de la calle D, cerca del antiguo aeropuerto, no permite que la maleza se apodere de su terreno. “Recorro mis sembrados todos los días para asegurarme de que ninguna hierba indeseada crezca. Aquí, la cultura agrícola está bien presente”, destacó.
En su patio se pueden ver calabazas, yuca y diversos frutales que muestran un excelente desarrollo. Rafael afirma: “Mientras mi corazón siga latiendo con fuerza y la presión arterial no me juegue ninguna mala pasada, este patio seguirá produciendo abundantes alimentos”. Su optimismo y dedicación son un ejemplo de cómo el amor por la agricultura puede superar los desafíos de la salud. (Texto y foto: Raúl Reyes Rodríguez/Radio Santa Cruz)