Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
Reino Unido, 31 may.- La oscuridad avanza en una quinta parte de los océanos del mundo: en los últimos 20 años, la profundidad de las zonas penetradas por la luz del sol y de la luna, esenciales para el 90% de la vida marina, se ha reducido en una superficie total de más de 75 millones de kilómetros cuadrados.
Lo demuestran los datos satelitales analizados por investigadores de la Universidad de Plymouth, Reino Unido, publicados en la revista Global Change Biology.
El estudio revela que entre 2003 y 2022, el 21% de los océanos de la Tierra se oscurecieron, tanto en las regiones costeras como en mar abierto.
Más del 9% de los océanos (una superficie total de más de 32 millones de kilómetros cuadrados, similar en tamaño al continente africano) han visto disminuir la profundidad de su zona iluminada en más de 50 metros, mientras que el 2,6% ha visto una reducción de más de 100 metros.
Los cambios cerca de la costa probablemente se deban al aumento de las precipitaciones y al aporte al mar de sedimentos, nutrientes y materiales orgánicos de la tierra, que bloquean la luz.
Sin embargo, en mar abierto, el fenómeno podría estar más relacionado con variaciones en la proliferación de algas y cambios en las temperaturas de la superficie del mar.
Las variaciones más notables en la profundidad de la zona iluminada en océano abierto se observaron en la parte superior de la Corriente del Golfo y alrededor del Ártico y la Antártida, áreas del planeta fuertemente afectadas por el cambio climático.
El oscurecimiento también está muy extendido en regiones costeras y mares cerrados, como el mar Báltico.
Estos cambios "reducen el océano disponible para los animales que dependen del sol y la luna para sobrevivir y reproducirse", explica el ecólogo Thomas Davies, autor principal del estudio.
"Nosotros también dependemos del océano y sus zonas de luz para el aire que respiramos, el pescado que comemos, nuestra capacidad para combatir el cambio climático y la salud y el bienestar general del planeta.
Con todo esto en mente, nuestros hallazgos son motivo de preocupación", concluye. (Texto y Foto: Cubasí)
