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Diputados analizan medidas para detener decrecimiento de la ganadería cubana


La Habana, 15 jul.- La Comisión Agroalimentaria del Parlamento cubano inició este lunes sus debates con la presencia de Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República; José Ramón Monteagudo, miembro del Secretariado y jefe del Departamento Agroalimentario del Comité Central del Partido, y Homero Acosta Álvarez, secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado.

Aunque no ha sido aprobado, el informe presentado reflejó que, a pesar de las medidas diseñadas en los últimos años, muchas no han podido implementarse debido a diversas dificultades, lo que se evidencia en los indicadores al cierre de 2024.

La tendencia en los primeros meses de 2025 sigue mostrando decrecimiento e incumplimientos en la producción de leche y carne, situación agravada por el inicio del período lluvioso, que ha afectado significativamente en los últimos dos meses sin mostrar aún señales de recuperación.

La ganadería cubana sigue sustentándose principalmente en productores individuales, el 84.5% del sector.

Le siguen las empresas estatales (8.2%), las unidades básicas de producción cooperativa (4.7%) y las cooperativas de producción agropecuaria (2.2%).

Un 91.3% corresponde a productores con vacas, destacándose que 23 386 productores concentran el 19% del sector y el 58% del ganado, con más de 429 000 vacas. Sin embargo, desde 2019 se registra un decrecimiento sostenido en los balances de producción de carne y leche.

En este complejo escenario, agravado por el bloqueo económico y las dificultades financieras, se analizan estrategias para revertir la situación. En junio pasado se celebró un encuentro con más de 100 productores de todo el país, presidido por el vice primer ministro Jorge Luis Tapia, donde se intercambiaron varias propuestas.

Entre las principales medidas destaca priorizar las empresas estatales, los proyectos genéticos y los productores con más de 10 vacas, considerados actores claves para impulsar el sector.

También se propone destinar el 95% de la producción bovina a incentivos y solo el 5% al abastecimiento municipal, así como asignar parte de la producción de leche y carne a la comercialización en divisa, garantizando un mayor porcentaje de ingresos para los productores.

Uno de los principales problemas señalados es la falta de acceso a insumos, por lo que se trabaja en fortalecer su disponibilidad y buscar mercados alternativos. Además, se mantendrán los financiamientos bancarios y los presupuestos estatales, que superan los 1 000 millones de pesos anuales para la ganadería genética.

Otra medida es potenciar la reproducción animal, incluyendo la venta de material genético en divisa para mejorar la calidad del ganado. También se impulsa la informatización de los registros pecuarios y se fortalece la base alimentaria mediante programas como las 22 fincas de plantas forrajeras proteicas y más de 400 escenarios de intervención.

Además, se promueve un nuevo modelo de gestión que, en línea con el Decreto Ley 310 de 2012, busca una mayor eficiencia mediante la vinculación de productores experimentados con unidades estatales bajo contratos o arrendamientos. El objetivo es optimizar los recursos y elevar los niveles productivos.

El sistema de trabajo propuesto para el chequeo y control de la base productiva debe mantener como prioridad la atención a los productores locales, pues aún existen debilidades en los controles estatales que se aplican en los territorios.

A pesar de la estructura completa del sistema (base productiva, empresa, delegaciones, provincia y ministerio), todavía hay muchos productores a los que no se accede de manera efectiva, lo que se refleja en las constantes quejas por la falta de atención en aspectos claves como la alimentación y el abasto de agua.

Por tanto, las medidas económicas deben ir acompañadas de alternativas concretas como el uso de fuentes renovables de energía y la introducción de tecnologías que potencien el sector.

Durante el debate, Emilio Interián Rodríguez, diputado por el municipio Arroyo Naranjo, advirtió sobre el crítico estado de la ganadería en Cuba y reclamó propuestas concretas para revitalizar no solo ese sector, sino toda la agricultura.

Durante su intervención, Interián se refirió a la situación en La Habana, donde los quioscos están repletos de productos, pero el problema radica en los altos precios. “Nadie puede negar que hay oferta, pero debemos lograr que los mercados estatales compitan con los quioscos y las mipymes para reducir los costos”.

El diputado insistió en la necesidad de tomar decisiones prácticas, aunque impliquen riesgos: “Hay que poner los pies sobre la tierra. Si algo sale mal, rectificaremos, pero no podemos seguir igual”. Alertó que, de mantenerse la tendencia actual, para 2030 la ganadería en Cuba podría desaparecer.

Agregó que mientras la industria pague 30 pesos por un litro de leche y este se venda en la calle a 200, los productores no tendrán incentivos para vender al Estado.

“No hace falta ser científico para entenderlo: sin un sistema que premie la producción no habrá recuperación”, sostuvo. Aunque reconoció que la situación requiere soluciones integrales, consideró que el primer paso debe ser el estímulo material, pues “solo así incrementaremos la producción”.

“Como ganadero que soy, tengo que decir que es una de las actividades más difíciles para recuperar en Cuba, pero que se puede recuperar, porque todavía tenemos las bases. Claro, hay que hacer un buen diseño”, dijo el diputado por Contramaestre, Víctor Manuel Montesinos Rodríguez.

El parlamentario, quien también es productor, dijo que actualmente el 84.5% de la masa vacuna del país está en manos de productores individuales. “No vamos a importar vacas; hay que diseñar el flujo productivo con esos productores”, afirmó.

Montesinos compartió experiencias recogidas en visitas a Camagüey y Sancti Spíritus, destacando la necesidad de crear “un diseño bien sólido" desde las comisiones agrarias locales. “Debemos definir claramente quién asumirá cada eslabón productivo, porque son estos los que garantizan el flujo”, opinó, insistiendo en que la solución debe construirse “desde la base”.

El diputado llamó la atención sobre el hecho de que el 58% del ganado cubano está concentrado en productores con más de 10 vacas, quienes generan más del 60% de la leche.

“Estos productores tienen el conocimiento más valioso. Hay que darles condiciones, aunque sea con vaquerías básicas, pero que produzcan”. Al señalar que actualmente se trabaja con horarios no adecuados, señaló que “hemos cambiado el sistema natural de la vaca, sacándola a pastar en las horas de más calor”.

Montesinos alertó sobre la impunidad en el robo de ganado: “De cada 100 casos, solo se aclaran uno o dos. Esto no lo resuelven solo Agricultura o el Minint, tenemos que unirnos todos”, concluyó.

La diputada Nidia Montes de Oca, de San Nicolás de Bari, resaltó las 63 medidas implementadas, pero advirtió de que “nos está faltando la coherencia en la gestión de lo que se aprueba, pues es momento de empezar con lo que tenemos”.

Puso como ejemplo los trámites engorrosos en servicios como los estudios genéticos.

“Cuando un extranjero llega, le dicen: 'Tráigame su material genético, que yo se lo voy a evaluar, yo le voy a poner una factura, porque nada de eso es barato'. Ahí está la factura, el hombre paga y hay que conservar el nitrógeno... Ese proceso logístico, todo lo que tiene que ver con el estudio de factibilidad y sostenibilidad, ya estamos más que preparados, pero hay que hacerlo con rapidez”.

Criticó la lentitud e ineficiencia en la aplicación de las decisiones: “Tenemos la medida, la idea, la aprobación, pero después la implementación... todo es complejo para nosotros. Eso hay que cambiarlo”, afirmó.

La mayabequense comparó la agilidad del sector privado con las trabas del estatal. “Como decía uno de los diputados, la parte privada no tiene ese lío. Cuba está llena de comida en las ocho vías y en otras placitas. ¿Y qué hacen ellos? Hasta la parte económica y auditoría: llevan un tenedor de libros que les cobra 30 000 pesos, registra entradas, pagos, utilidades... y listo. ¿Por qué la empresa socialista no puede? ¿Por qué nos hemos creado esta situación tan compleja?”.

Subrayó la necesidad de evaluar y ajustar constantemente. “Hay que controlar lo que implementamos, no para frenarlo, sino para mejorarlo todos los días. Hoy enfrentamos una crisis económica agravada por el bloqueo, que es cada vez peor. ¿Qué pensamos? ¿Seguir pensando? No, hay que actuar con coherencia y rapidez”.

El ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, reconoció deficiencias en el control, la capacidad de dirección y el seguimiento a las tareas, lo cual limita el aprovechamiento de las reservas productivas.

“En la ganadería, como en todas las producciones agrícolas, siempre hay reservas inmensas. El problema está en nuestra gestión”, afirmó y subrayó la necesidad de fortalecer el trabajo con productores y cooperativas.

Pérez Brito destacó que contar con buenos cuadros al frente de las entidades puede cambiar radicalmente los resultados. “Un buen jefe de cooperativa o empresa, con deseos de trabajar, transforma realidades”, aseveró.

Sobre las 63 medidas aprobadas para el sector, explicó que deben mejorar el nivel de vida de los productores, lo cual ya está en marcha, aunque con demoras en su implementación integral. “Ahora el paso está en la Comisión Económica antes de ir al Comité Ejecutivo”, dijo.

El ministro abogó por medidas que permitan a la ganadería autofinanciarse. “Proponemos destinar parte de la leche a la venta en moneda libremente convertible para adquirir insumos, sin depender siempre del Ministerio de Economía”.

Al referirse a la entrega de tierras, Pérez Brito admitió debilidades. “Hemos parcelado mucho y dispersado la masa ganadera. Debemos acercarnos más a los productores capaces, no esperar a que vengan a pedirnos”.

Anunció que se trabaja en un plan de venta directa a 25 000 fincas y unidades productivas, aunque recordó que “la ganadería requiere conocimiento especializado. No es algo que cualquiera pueda manejar. Hay medidas que podemos implementar ya, sin demoras, para avanzar”.

El diputado Rolando Benítez Fernández, representante por el municipio de Remedios, dijo que “las entregas de leche y carne por encima de los parámetros establecidos para la contratación se pagarán en divisa”. Quiere decir que el sobrecumplimiento es lo que se pagará en divisa.

“Estamos trabajando una propuesta para que llegue al 100% de la industria, donde al productor le retornen lo que produce. Lo que pasa es que están en estudio el mercado, la industria tiene que buscar un mercado fundamental para poder cumplir y que no nos pase como antes, que no pudo honrar los pagos”.

“La propuesta es sobre la base del 100% de la leche y que el indicador sea el que tenemos en la contratación. El que no cumple, no puede entrar en este sistema. Pienso que también sería bueno incluir la calidad de la leche, su densidad, como factor a medir, pues es la calidad con que este servicio se presta”, explicó un diputado.

“El ministerio tiene que tener un fondo monetario para abastecer estos mercados. Lo primero es generar esa moneda dura, porque, si no, queda en un flujo interno. Hoy, el tabaco no es afectado, porque su comercialización funciona en USD. La ganadería debería funcionar igual cuando se pueda crear una cadena de valores exportable”, añadió Benítez Fernández.

“Uno de los problemas que nos afecta mucho es el delito. Cuando usted tiene dos rebaños, uno de ordeño y otro de cría, tiene que trancar a las cuatro de la tarde. El animal pierde horas de alimentación valiosas. Cuando está en movimiento durante una hora en grandes extensiones, no come. Luego, a las dos de la mañana, quiere comer, pero no tiene alimento disponible”.

“Tengo 252 cabezas de ganado. Para mantenerlas, necesito cinco trabajadores cuyo salario no cubre la ganadería. Tengo que subsidiar con otras producciones. Los que mantenemos la ganadería hoy somos héroes: duermo con el arma al lado, velando el hato las 24 horas. Esto no es negocio, es pasión y sacrificio”.

Al concluir el intenso debate, el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, subrayó que “los planteamientos que se han hecho son revolucionarios, valientes, están enfocados mayoritariamente y son de las cosas que nosotros tenemos que discutir no solo en el plano de esta comisión”.

Acosta agregó que “el miércoles aquí se va a discutir el programa de gobierno y uno de sus objetivos está vinculado a la producción y, sobre todo, a la producción de alimentos. Estas son cuestiones que hay que discutir y hay que plantear, porque nuestro pueblo tiene muchas expectativas con lo que nosotros discutimos aquí”.

Acosta enfatizó que “si nosotros no decimos todas estas cosas que están pasando y también las maneras en que pensamos que se pueden ir resolviendo, y también los ejemplos que demuestran que en algunos casos se pueden resolver, no estaremos a la altura de la responsabilidad y de las exigencias que tiene nuestro pueblo en circunstancias que, como se ha explicado aquí, son muy difíciles”.

El secretario de la Asamblea Nacional recordó que “el primer secretario, durante el pleno del Comité Central, explicó que estamos en una crisis económica que daña el tejido espiritual de la nación y tenemos que enfrentar esa crisis, que es multidimensional en muchos aspectos, y aquí se refleja en los análisis que se están realizando.

“Yo voy a partir de que nosotros aprobamos una ley que se llama Ley de Fomento y Desarrollo del Ganadero. Y lo que hoy estamos viendo aquí no es el fomento ni el desarrollo, es el decrecimiento de la ganadería”, reconoció.

Explicó que cuando se discutía el proyecto de ley “había un decrecimiento de la masa y un grupo de indicadores negativos en la producción ganadera de leche, pero, aun así, dijimos 'vamos a discutir'. Y esa fue la decisión que se adoptó”.

Agregó que, “evidentemente, estas son las realidades que a veces lo normativo no puede resolver. Porque la realidad objetiva, los problemas de la economía, trascienden la normatividad”.

“El otro problema –continuó Acosta– tiene que ver con que nada de lo que estamos discutiendo aquí se puede resolver si no se resuelven también otros problemas de la macroeconomía”, entre ellos los precios y los sistemas de pago a los campesinos.

“Por eso, el programa de gobierno abarca todas las esferas económicas. Hay que resolver otros problemas para poder equilibrar la economía”.

Aunque –aclaró– “no podemos esperar que toda la macroeconomía funcione ya mañana”.

“Todo eso se resume en proteína. Y eso termina en cuáles son los niveles de proteína que tiene el pueblo para comer. Ese es el mayor problema, no es solo los números, los porcientos, es qué llega a la mesa de los cubanos en proteína”, enfatizó.

“Hace tres años, cambiamos también el modelo de gestión. Hoy tenemos una diversidad y una heterogeneidad de actores económicos”, señaló y pregunt: “¿Cuántos productores particulares hoy hay de yogur, de leche, que, además, importan esa leche, ¿cuántos?”.

Relató una experiencias de sus visitas a Camagüey, en una cooperativa donde cuestionaron por qué no cumplía con la leche a la industria?. “Y me dijo la vicepresidenta de la cooperativa: 'Usted sabe desde cuándo no me paga el lácteo?, desde septiembre del año pasado. Y el campesino tiene que vivir”.

Homero Acosta señaló que “son muchos problemas en la economía (...) Hay que evaluar integralmente las dificultades que hay y lo cierto es que hay que tomar determinadas decisiones, porque, si no, la industria, la ganadería, va a ir al mismo colapso que la industria azucarera. Esa es la realidad”. (Texto y Foto: Cubadebate)


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