Quienes habitan en las ciudades tienen mayor riesgo de padecer asma debido a la contaminación ambiental y la baja existencia de áreas verdes, mostró un estudio publicado en la revista The Lancet Regional Health-Europe.
En opinión de los expertos, una mejor planificación urbana podría prevenir más de uno de cada 10 nuevos casos de esta enfermedad respiratoria.
Para el investigador Rafael de Cid, director científico del proyecto GCAT/Genomas para la Vida en el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol en Barcelona, España, este estudio proporciona evidencias sólidas de la necesidad de repensar el modelo de ciudad.
“La incorporación de criterios ambientales en la planificación urbana puede reducir significativamente la incidencia de enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida de la población”, añadió.
En la pesquisa participaron cerca de 350 mil niños y adultos provenientes de Suecia, Países Bajos, Alemania, Polonia, República Checa, España y Estonia.
Los investigadores utilizaron datos de mapeo satelital para estimar la exposición de cada persona a factores ambientales que podrían aumentar el riesgo de asma u otras enfermedades crónicas.
Tales factores incluyeron la contaminación del aire, espacios verdes, densidad de la superficie construida, la luz nocturna artificial y la temperatura anual promedio.
La investigación mostró que los adultos expuestos a altos niveles de contaminación del aire (por partículas y dióxido de nitrógeno) tenían un 13 por ciento (%) más de probabilidades de padecer asma.
Además, tanto los niños como los adultos tenían un 36% y un 15% más de riesgo de sufrir esta enfermedad respiratoria si vivían en áreas urbanas altamente desarrolladas con pocos espacios verdes.
Los especialistas estimaron que casi el 12% de los nuevos casos de asma podrían prevenirse si se tomaran medidas para reducir la contaminación del aire e introducir más espacios verdes en lugares muy desarrollados. (Fuente: Prensa Latina) (Foto: Internet)