Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey
La ciudad de Camagüey, durante mucho tiempo reconocida como una de las urbes más limpias y bellas del país, hoy enfrenta un desafío alarmante: la proliferación de vertederos en diversos puntos estratégicos. Estas acumulaciones de residuos no solo constituyen un riesgo para la salud de sus habitantes, sino que también deslucen el entorno que todos deseamos preservar.
Desde la Plaza Méndez hasta el tanque de Villa Mariana se observa un panorama muy preocupante en la vía. Las condiciones de insalubridad impactan lugares esenciales como la Casa del Médico de la Familia y los círculos infantiles. Estos focos de contaminación no solo afectan la salud pública, sino que también minimizan los esfuerzos realizados para mantener la higiene de la ciudad.
Es desconcertante que el puente de acceso a la Plaza Méndez, punto neurálgico del tránsito camagüeyano, sea escenario de actos que deterioran aún más nuestras calles. Es desalentador presenciar como personas, incluidos adultos mayores, arrojan sin ningún remordimiento desechos al río, contribuyendo así a la degradación ambiental. Esta situación nos debe llevar a todos, independientemente de la edad, a reflexionar sobre nuestra responsabilidad en el cuidado del entorno.
La conciencia y la educación son herramientas esenciales en esta lucha. Los vertederos no han crecido únicamente por la falta de recogida de desechos por parte de Servicios Comunales; la indisciplina social, la falta de supervisión, el desinterés comunitario y la ausencia de una convocatoria clara a los ciudadanos para transformar nuestro entorno juegan un rol crucial.
Evitar el depósito de bolsas de basura en esquinas y cercanías de los contenedores es un primer paso hacia la solución.
Nos enfrentamos a un contexto epidemiológico preocupante, exacerbado por la proliferación del mosquito transmisor de enfermedades como el chikungunya.
Para erradicar estos basureros que empañan la imagen de Camagüey urge intensificar acciones profilácticas, fomentar la denuncia comunitaria y aplicar medidas drásticas contra aquellos que infrinjan las normas de higiene urbana.
Es fundamental recordar que "una calle limpia NO depende del servicio de limpieza, sino de la educación de los habitantes". Cada uno de nosotros tiene el poder y la obligación de contribuir a la recuperación del orgullo de vivir en una ciudad limpia y hermosa. La transformación de Camagüey inicia con pequeños cambios en nuestro comportamiento diario, con un profundo respeto por nuestro hogar.
Invitamos a todos los lugareños a unirse a este esfuerzo colectivo. Revertir la situación actual no es solo un deber, sino un acto de amor por la tierra que nos vio nacer. Juntos podemos recuperar el esplendor de nuestra urbe, haciendo de Camagüey un lugar donde la belleza y la limpieza sean protagonistas de cada rincón. (Texto: Lázaro David Najarro Pujol/colaborador de Radio Cadena Agramonte) (Foto: Radio Rebelde)
