
Moscú, 13 dic.- El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró que fuerzas militares de su país atacarán por tierra lugares no especificados de América Latina para combatir a los cárteles, tras el éxito que han tenido los bombardeos perpetrados contra pequeñas embarcaciones –designadas sin pruebas de narcolanchas– en las aguas del hemisferio.
"Erradicamos el 96 % de las drogas que llegan por agua. Y ahora estamos empezando por tierra y por tierra es mucho más fácil. Y eso va a empezar a suceder. Y no vamos a permitir que la gente destruya a nuestra juventud, a nuestras familias", afirmó ante los medios desde la Casa Blanca.
En su decir, su administración ha erradicado las drogas a niveles nunca antes vistos, lo que ha permitido salvar 25 mil vidas estadounidenses, mientras que cada uno de esos barcos que, supuestamente, han tratado de llegar a territorio de su país con narcóticos, han sido derribados.
Con respecto a la localización de los ataques, aclaró que "no se trata solo ataques en tierra en Venezuela. Se trata de ataques en tierra contra gente horrible que trae drogas y mata" a su pueblo. "No tiene que ser necesariamente en Venezuela. Son las personas que traen droga a nuestro país los objetivos", insistió.
Esta misma jornada, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, reiteró que su país no renunciará en ninguna circunstancia a la defensa de su soberanía.
"El Gobierno de EE.UU. debe saber que nosotros no nos vamos a rendir. Es un imposible histórico para nosotros rendirnos, después de las lecciones de historia que tenemos, que nos han dado nuestros libertadores y libertadoras", advirtió el alto funcionario en un discurso televisado.
El también vicepresidente sectorial de Defensa y Soberanía denunció asimismo que con la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, "se pretende cerrar el Caribe a los intereses de EE.UU., se pretende dominar políticamente los Estados, se pretende robarse y apropiarse de los recursos naturales del hemisferio, especialmente de Suramérica".
Desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación Lanza del Sur, con el propósito oficial de eliminar a los narcoterroristas del hemisferio occidental y proteger a EE.UU. de las drogas que están matando a sus ciudadanos. Asimismo, Trump ha afirmado que, a estos efectos, en breve lanzará agresiones en tierra.
Como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
En una escalada de las acciones violentas de EE.UU. en la región, militares estadounidenses asaltaron un buque petrolero en costas venezolanas. Caracas catalogó el hecho como un robo descarado y un acto de piratería internacional. Mientras, Maduro tachó la situación de un acto absolutamente criminal e ilegal y acusó a la Casa Blanca de actuar como piratas del Caribe contra una nave mercantil, comercial, civil, privada, una nave de paz.
Washington ha acusado sin presentar evidencias al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de liderar un cártel del narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un cambio de régimen para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela. "Se les cayó la máscara, el narcotráfico es fake news, es el petróleo que se lo quieren robar", expresó tras el asalto de un tanquero con crudo venezolano en aguas caribeñas.
Falta de sustento: la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más del 80 % de las drogas utilizan la ruta del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los Gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como ejecuciones sumarias que violan el derecho internacional. (Texto y foto: RT)