La Habana, 25 abr.- Cuba prioriza hoy la construcción de viviendas, para satisfacer la demanda acumulada y concebirla bajo el concepto general de hábitat, como parte de la actualización de su modelo económico y social.
El vicepresidente del Instituto Nacional de la Vivienda (INV), Roberto Vázquez, explicó a la prensa al término de un taller nacional sobre el tema, que es importante concebir soluciones habitacionales sin aislamiento y con sentido económico y de urbanización.
De lo que se trata es de concebirla con la participación de la población, la introducción de tecnologías adecuadas para disminuir y erradicar condiciones precarias y déficit históricos, además de mejorar técnicamente las existentes.
Vázquez precisó que esas acciones se llevan a cabo en La Habana y Santiago de Cuba, como las dos principales ciudades del país, que demandan 12 mil y 29 mil viviendas, respectivamente.
En Cuba existen 3,5 millones de casas que de forma general necesitan alguna acción constructiva o de reparación para no descuidar su estado, en tanto el mayor grado de deterioro se concentra en los edificios multifamiliares.
Al respecto, el directivo del INV se refirió al plan que ejecuta el Estado, que este año debe concluir unas 16 mil viviendas, mientras por esfuerzos propios la cifra puede alcanzar las 30 mil, con un incremento en la venta liberada de materiales de construcción y el otorgamiento de créditos bancarios y subsidios a personas de bajos ingresos.
También explicó que debe primar la alternativa constructiva de moradas económicas sin reducir espacios, sino de reutilizar los disponibles, hacerlos flexibles y funcionales, con sistemas constructivos que garanticen condiciones de vida con calidad y sentido progresivo.
La vivienda, al igual que la familia, puede aumentar, disminuir o reestructurarse, y adecuarse a sus habitantes, agregó.
Entre las deficiencias que lastran aún la construcción de casas están que ninguna de las tecnologías aplicadas alcanza la productividad de diseño, y el empleo de sistemas altos consumidores de energía, acero y cemento.
De lo que se trata, explicó, es de emplear procedimientos económicos, adaptables y ligeros que permitan disminuir el hacinamiento, y logren como promedio 2,4 personas por habitación y favorezcan condiciones bioclimáticas. (PL) (Foto: Archivo.)