Cuba, Alegrías de Sobremesa, Radio Progreso

Las Alegrías de una isla a través de Progreso (+ Audio)


Por Alexis Peña Hernández, estudiante de Periodismo.

Cuentan que las carcajadas se adueñaron de millones de hogares. Parecía como si a través de los radiorreceptores se expandiera la dicha de crear sonrisas, aliviar corazones y purificar el día a día cotidiano.

Allá en La Habana los edificios han sido construidos unos dentro de otros por ingenieros civiles, pero este en particular fue producto de la ingeniería creadora de un hombre que tenía tanto realismo en sus palabras como sentido del humor, pues para Alberto Luberta la crónica sobre la vida del cubano resultó la vía perfecta para hacer germinar un icónico espacio como Alegrías de Sobremesa.

Aquellas apasionantes tramas de la cubanía desarrolladas por un grupo de vecinos en un edificio del mismísimo centro capitalino eran el espectáculo radial cronicado del quehacer rutinario de los que habitamos en este país, a partir del reflejo de experiencias comunes a todos.

El 15 de abril de 1965 Radio Progreso transmitió por primera vez este gran show humorístico-musical provocador de las delicias de las familias cubanas, por el cual desfilaron las mejores figuras de la actuación, así como las orquestas de reconocimiento en la isla, encabezadas por la gran Orquesta Aragón y con la guía de una voz carismática que tocó las puertas de cada cubano, cual intrépido y penetrante altavoz, el gran Eduardo Rosillo.

Quién no ha soñado chismear con Estelvina, o acompañar a Rita Paranganillo a bajar por La Rampa habanera en busca del Malecón y quizás, hasta viajar a Santiago de Cuba para ver la rimbombante pareja de la mulatísima Estelvina y el Vola'o Sandalio recorrer la calle Enramada. Cuba entera los conoce.

Paco, Rita, Florito, Sandalio y Estelvina fueron algunos de los iónicos personajes que se propusieron contentar los rostros en generaciones de una misma nación.

Durante 52 años en el aire, este espacio se catalogó como el programa de mayor audiencia de la Radio Cubana hasta que, el 1ro. de julio del 2017, se apagaron los micrófonos del edificio más solicitado de todo el país, colocándose en el imaginario popular de quienes, durante más de medio siglo, hicieron real su permanencia en la programación de Progreso.

Hoy, 59 años después de la primera transmisión de Alegrías de Sobremesa, honremos a los grandes de este vecindario y que retumben los altavoces, que se escuche la Aragón, que se desprenda el olor a café y la cubanía de cada vecino de aquel céntrico edificio capitalino, con la gratitud del aplauso de toda una Cuba que los lleva en el corazón, porque esta gente es tremenda. ¡Qué gente caballero, pero qué gente! (Foto: https://www.envivo.icrt.cu/)


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