La siguiente escena puede tener lugar una mañana de diciembre, enero o un caluroso agosto. Es Santa Cruz del Sur y en la calle Principal discurren tímidamente los hombres y mujeres que terminan o comienzan su jornada diaria. Junto al polvo que poco a poco se eleva al paso del transeúnte y los vehículos, aparecen y desaparecen seres que simulan adornar la historia de una pieza teatral: ellos son los personajes de apoyo en una trama repetitiva con los conflictos que diariamente nos impone la vida donde no falta el drama, el suspenso y la sorpresa, matizados por el amor, la risa y la alegría; el teatro es este pueblo y el escenario la calle Principal. Poco a poco, con las primeras luces del alba desaparecen los barrenderos y custodios, caminan a paso rápido los panaderos y los tractores de CULTISUR llevan a los trabajadores a la empresa. Los cuentapropistas comienzan a engalanar las calles para el buen andar de los que buscan utilidades y los negocios hacen guiños para que nos adentremos a degustar un buen café o chocolate caliente. En la medida que el sol asciende, Calle Central sacude su timidez y convida a pasar a través de ella a padres con niños de la mano hacia la escuela, mujeres de oficina regiamente uniformadas, dependientes de tiendas, profesores, funcionarios y pregoneros de toda índole de productos. Se suman los provenientes de otras zonas llegados en tren o camiones que también aportan diversidad y colorido a una recta que ya perdió la preponderancia de priorizar a los vehículos automotores y es cruzada y caminada por cuanto ser viviente la pueda usar para llegar a su destino.
Junto a este despertar, se alza un inmueble de concreto pintado de amarillo con los ribetes de rojos entre las intersecciones de calle F y Central. En la parte superior del portal hay un parapeto de ladrillos que asemeja un barco entre dos rígidas olas y en el que puede leerse claramente RADIO SANTA CRUZ. Esta institución es un corazón que late junto al pueblo santa cruceño desde 1968. No hay acontecimiento o singularidad ocurrida que no quede registrada en sus memorias. El palpitar diario de este municipio, transita por las venas de esta institución empeñada en recoger bajo su impronta cuanto acontecimiento tenga lugar en la geografía de esta demarcación marcada por el azul marino, el marrón de la tierra y el verde de la caña. Son varias las generaciones que han vivido bajo la impronta de este medio de difusión masiva, el cual se engrandece con el paso de los años y no disminuye su importancia a pesar de los vientos huracanados de nuevas tecnologías que nos obligan a convivir con ellos y nos suben el listón más alto en ese salto que es lograr la preferencia del público. Radio Santa Cruz es impronta, tradición y también actualidad.
No obstante, como todo proyecto una vez fue un sueño, la emisora a la que hoy nos referimos fue un embrión concebida en el más hermoso de los proyectos, la Revolución Cubana. Sobre su nacimiento, desarrollo y consolidación tratarán las siguientes líneas, o mejor dicho, la trama de esta obra, que a fin de cuentas, es la vida.
Nace una emisora
Contexto de Santa Cruz del Sur en 1968
Imaginemos por un momento que retrocedemos en el tiempo. Los edificios las calles, y las personas hacen un viaje a la semilla y poco a poco las fachadas se convierten en paneles, estructuras, cimientos, tierra, la nada y después el remover de raíles, casas, un tiempo después los trenes y la estación flamante. Igual pasa con las calles las cuales retroceden de su deterioro actual para ser nuevamente bellas, poco después asfalto vertido y antes un terraplén. A las personas las vemos rejuvenecer de sus arrugas y canas y observamos como la lozanía regresa a su piel oscureciendo su pelo y alisando sus facciones; sus manos se abren y cierran con fuerza para sentir el vigor de la vida y sus ojos miran con brillo por donde se cuela el conocimiento y la interpretación. Es 1968 y Santa Cruz es un municipio en plena transformación donde se derriba un viejo sistema para montar otro.
La municipalidad santacruceña tenía como principales renglones económicos a la ganadería, la actividad pesquera y la caña. El municipio había logrado una armonía con esos tres renglones lo que le daba cierta notoriedad a nivel nacional. Se celebraban fiestas ganaderas, sus centrales hacían zafras de estación de acuerdo a sus pronósticos y la pesca contaba con una infraestructura bastante moderna para la época donde se conservaban en potentes frigoríficos los productos marinos, se extraía el camarón y la langosta y se pescaba a grandes volúmenes. Demás está decir que nada de esta riqueza económica se revertía en programas sociales para el pueblo, el cual contaba con una elevada tasa de mortalidad y la cifra más alta de analfabetos de la provincia.
Para 1968 ya este panorama había cambiado radicalmente en materia social, también lo había hecho en materia económica. El municipio fue el primero en cumplir la meta de la alfabetización y por doquier se edificaban obras sociales para la población como hospitales, escuelas y otras instituciones. No obstante, donde mejor se puede observar su transformación es en el plano económico. En materia de la pesca, la Revolución trajo consigo la nacionalización de la industria y puso a manos del pueblo todos los recursos que poseía en esos momentos. Asimismo invirtió en su desarrollo a la vez que fortalecía el movimiento sindical en dicho sector. La azúcar por su parte, recibiría un impulso ascendente en concordancia con la importancia concebida por la alta dirección del país. Debido a la nueva formación regional de los territorios, muchos terrenos antes dedicados al pasto de ganado fueron reorientados al cultivo cañero en detrimento de la ganadería, que sin duda alguna fue la gran perdedora en esta transformación al reducírsele grandes extensiones tierras y con ella, el número de cabezas de ganado.
A las transformaciones no escapaba ninguna esfera de la vida nacional. Santa Cruz del Sur, por ejemplo, pasó a ser la región Amancio-Santa Cruz y de esta concepción derivaron diversos planes económicos de siembra de grandes volúmenes de caña que era acometida por ambos poblados (Amancio y Santa Cruz) por aquel entonces perteneciente a Camagüey. Poco tiempo después se separa el municipio costero de Amancio y con él un central azucarero, el Francisco, para dejar a Santa Cruz con dos, el Santa Martha y Macareño, llamados con posterioridad Cándido Gonzáles y Haití respectivamente. En lo adelante, ambos municipio llevarían estrategias económicas diferentes hasta su definitiva separación por la nueva división político administrativa de 1976.
Los planes económicos tenían lugar de manera rápida y para concretarlos se hacían frecuentes movilizaciones de todo el pueblo para su cumplimiento. Más de una vez grandes masas de trabajadores de la pesca abandonaban momentáneamente sus redes y anzuelos para ir tierra adentro para llenarse las manos con el polvo de los campos cañeros. A la par de ello se fortalecía el papel de los cuadros políticos quienes eran los encargados de llevar a cabo la agitación política de las masas y la garantía de la logística para cada operación.
Una tarea, una emisora
Una tarde de marzo de 1968 Jesús Montero se dirige a la sede del Partido en Santa Cruz del Sur por la calle línea. Mientras camina, se pasa un pañuelo debajo de la nariz para eliminar el catarro, pues estaba convaleciente de una fuerte indisposición que lo había obligado a abandonar sus funciones en el poblado de La Jagua. Montero es un indiscutible hombre de vanguardia de la vida política de Santa Cruz del Sur. En su haber, lleva la lucha contra Batista, de la mano de varias acciones en el municipio. De carácter un poco recio, sobresalen en él la sed del conocimiento y la voluntad de concretar los anhelos más grandes e imposibles. La combatividad le viene por parte padre principalmente, luchador sindical y contra Machado. Su padre también le aportará el interés por el conocimiento y la superación profesional como vía para alcanzar las máximas aspiraciones de un hombre digno de su país. Como muchos jóvenes de su generación, se entregó a la causa libertaria de la década del cincuenta sin tener en cuenta el riesgo de la vida, solamente el bien de la nación mancillada por el tirano Batista.
Montero es técnico de radio gracias a un curso por correspondencia auspiciado por una universidad norteamericana, por esto obtuvo el título que le permitió ejercer junto a su amigo Manolito en un taller que les reportaba una estabilidad económica en el capitalismo. Por su trabajo, ambos gozaban de un merecido renombre, pues eran solicitados a cada rato por las direcciones de los centrales Francisco y Santa Martha y las industrias pesqueras de la playa. Ya en el triunfo de la Revolución Montero pasa ocupar distintas responsabilidades siempre en la alta dirigencia del municipio. Sus cualidades de mando, su responsabilidad y seriedad ante cada tarea encomendada, le granjea el respeto de los presidentes y secretarios de las organizaciones políticas y de masas de la provincia de Camagüey, por lo que ante cada tarea su presencia es casi imprescindible. EL conocimiento de las características del municipio y sus certeras aseveraciones hacen de él la persona indicada para las grandes acometidas que se esperan hacer en Santa Cruz del Sur.
Una vez llegado la oficina de la sede del Partido santacruceño se encuentra el Eugenio Barreiro, secretario de la Comisión de orientación Revolucionaria (ORI), Rodolfo Menéndez, Fito trabajador de la empresa eléctrica y manolito, su eterno compañero de avatares radioeletrónicos. Luego de sentarse y poner al corriente a los compañeros del estado de su salud, Eugenio Barreiro le plantea uno de los retos económicos más grandes que afrontara el joven municipio sureño: la siembra de 400 caballerías de caña.
Montero no puede evitar su sorpresa. Tal volumen de caña podía ser sembrado sin problemas por la región de ambos poblados, no obstante, para un municipio recientemente escindido como Santa Cruz era una obra titánica a realizar.
-Oye Barreiro pero eso no es juego. ¿Tú sabes la cantidad de gente que tenemos que movilizar para esa tarea? Eso no es fácil, si fuera la región Amancio-Santa Cruz no me preocuparía pero ahora somos nosotros solos. Yo creo que en el municipio no hay antecedentes de una siembra tan grande.
-No, no la hay-responde Barreiro.
Uno de los principales problemas que se presentaban para acometer tal empresa era la movilización de la gente, que para tal volumen debía ser una cantidad de personas considerable y una constante agitación política para volcar a la población a los campos de caña para la siembra.
-¿Y cuándo van anunciar la campaña?-pregunta Montero
-Pensamos anunciarla para el primero de Mayo, aprovechando la siembra de la primavera -le responde Barreiro- pero una vez informada tenemos que poner en marcha una campaña movilizativa grande para involucrar a toda la gente que podamos incluyendo a los centros de trabajos para que aporten voluntarios, la mayor cantidad de gente.
El Partido en Santa Cruz del Sur tenía un “sistema de divulgación” que no otro que unas bocinas montadas a lo largo de la calle Central. Mediante ellas se hacían frecuentes alocuciones para movilizar a la población hacia las imponentes tareas del momento o simplemente, informar a la población de aquellos acontecimientos de envergadura que acontecían en el territorio. Eloy y Eloisa eran los divulgadores oficiales del partido encargados de informar a la población de las noticias. Ellos contaban con una bicicleta para su traslado y con un altoparlante, una pequeña bocina y un amplificador, se movían hacia los barrios, y según el testimonio de Montero, pedían permiso en la casa de algún vecino montaban todo el aparataje técnico necesario y convocaban de una forma más directa a los pobladores. Todo ello era suficiente para las movilizaciones, pero este esfuerzo común y cotidiano empequeñecía ante las cuatrocientas caballerías a sembrar por el municipio, la movilización a realizar debía ser imponente, gigantesca y simultánea para alcanzar el éxito de la misión.
Empieza entonces a barajarse opciones para concebir el plan de divulgación de la campaña de siembra de caña en el territorio y el principal problema estribaba en la simultaneidad de las movilizaciones en todo el territorio. A ello se sumaba la falta de divulgadores en asentamientos como Cándido González, Haití y la Jagua. La premura que requería la tarea tampoco daba margen para la preparación de divulgadores y los ya existentes en las organizaciones políticas, juveniles y sindicales eran insuficientes.
Entonces Fito, del cual se refiere Montero, era un entusiasta tremendo muestra un momento de iluminación, que tendría una consecuencia inimaginada por los cuatro presentes en la sala del Partido.
-Chico, ¿y si hacemos una emisora?
El asombro de Montero, Manolito y Rodolfo, no se hace esperar.
-¿Una emisora?-dijo Montero- ¿Tú sabes lo que estás hablando Fito?
-Una emisora, si -replica Fito- eso nos daría ventaja y nos resolvería una gran cantidad de problemas. Primeramente, una emisora nos va a resolver el problema de la simultaneidad, porque se puede convocar a la población de todos los asentamientos a la vez; nos ahorraría tiempo porque no tendríamos que invertir en la preparación de los divulgadores, nada más tenemos que preparar a Eloy y Eloisa para que hablen por la radio y con el alcance adecuado de la señal, el mensaje llegaría a todos lados y lo más importante se quedaría para siempre como la voz del Partido para posteriores tareas que puedan venir.
-¿Y cómo vamos a resolver el problema de la legalidad? Para hacer una emisora hacen falta permisos legales, frecuencia por la cual salir, ¿tú te piensas que eso es montar una plantica y ya?
Barreiro, el secretario del Partido Tampoco estaba muy convencido.
-A mí tampoco me gusta la idea de una emisora, aquí no tenemos local para eso. Además eso lleva personal de todo tipo que no estamos en condiciones de asumir en estos momentos.
-Una vez que tengamos montada la planta de radio ya todo será más fácil y lo demás viene por el camino. –Replica Fito- Además piensen en las ventajas, son cuatrocientas caballerías y hace falta movilizar a la gente ya.
Montero aún no convencido, le pone a Fito sobre el tapete un tema primordial:
-Y dime chico, ¿Quién va hacer la dichosa emisora esa?
Fito, siendo lo más natural del mundo, le responde:
-Tú y Manolito, ¿Quiénes más son los que saben de electrónica aquí?
Las risas de los presentes no se hacen esperar. Era como si Fito estuviese esperando la pregunta toda la vida. Manolito que hasta el momento permanecía muy callado dijo:
-Yo creo que podemos hacer una emisora aquí en Santa Cruz, pero tenemos que ver primero el pro y los contra que esto nos pueda traer para que lo que hagamos no tenga marcha atrás. También estoy de acuerdo con Fito de que la emisora puede ser la voz oficial del Partido y que puede servir para posteriores tareas.
-Bien, -dijo Barreiro, a manera de conclusión- vamos a darle curso a la idea de Fito de hacer una emisora aquí en Santa Cruz para la divulgación de la siembra de caña. Montero, Manolito y Fito se van a encargar de esa tarea y después me informan de cómo van hacer la planta de radio. Rodolfo y yo nos quedaremos para concebir la campaña de movilización de la manera convencional, como lo hemos hecho siempre. Ya les avisaré para la próxima reunión.
Quedaba pactado un encuentro de indudable trascendencia para nuestro municipio. Así, de esa manera, sin efectos ni espectacularidades, surgió una idea que se materializaría gracias a las manos y mentes de unos jóvenes deseosos de cumplir una misión encomendada por la Revolución, la siembra de cuatrocientas caballerías de cañas para industria azucarera del país, el principal renglón económico en ese entonces. Puede afirmarse, que la emisora Radio Santa Cruz, a pesar de residir en un municipio costero, tiene impregnada en sus venas el sabor de la caña, la cual aportó su generosa savia para su simiente y posterior nacimiento para beneplácito de todos los santacruceños ya sean los apegados al mar o los de tierra adentro.
Un desafío de la ciencia aceptado por jóvenes santacruceños.
Tres jóvenes santacruceños se reunieron una tarde de marzo de 1968 para crear un medio para un fin: una emisora de radio que convocaría a las masas trabajadoras a la siembra de caña y cumplir con el compromiso de cuatrocientas caballerías de la dulce gramínea. Los jóvenes Jesús Montero, Manuel Estévez Bolaños y Rodolfo Menéndez Sotomayor, tenían pactado un encuentro en el taller de la pesca, lugar donde concebirían las primeras acciones que darían lugar a la emisora Radio Santa Cruz. Lejos estaban de ver, que con su invención, crearían un medio que aglutinaría a todo un pueblo en torno a las tareas de la Revolución y que dicho ingenio calaría tan profundo en la esencia del pueblo santacruceño.
Las hazañas grandes pueden surgir en los lugares más pequeños y esta es la historia de tres santacruceños contra lo que no se ve, lo ignoto, físicamente indomable. Es la lucha por deponer las ondas salvajes de la naturaleza al servicio de un pueblo a través de un simple cristal de cuarzo. Empeño, voluntad y decisión son las cualidades preponderantes en esta lucha, coronada por una victoria que tiene ya más de cincuenta años.
De inicio, los concertados acordaron hacer una planta radial. Para ello contaban con la experiencia en radioelectrónica de Montero y Manolito los cuales eran graduados de un curso por correspondencia auspiciado por una universidad norteamericana.
Debido a esto, la responsabilidad de realizar la emisora recaía en ellos principalmente. De hecho, Montero y Manolito realizaban regularmente plantas radiales para los barcos, los cuales captaban una frecuencia hasta los 2 600 MHTZ. No obstante a su experiencia la planta radial constituía un reto pues nunca habían realizado un aparato por debajo de esa frecuencia, pues según las explicaciones de Jesús Montero la señal de radio es una onda que camina bajita pero que “hay que empinarle mucha fuerza para que se impulse y rompa la inercia radioeléctrica”.
Lo primero que hicieron fue un chasis para montar el transmisor. La idea del audio no les preocupó mucho puesto que ya tenían un amplificador NETO, lo que les permitiría sincronizar el sonido a la radiofrecuencia.
A la par de esas actividades se volcaron en un estudio minucioso de todos los manuales técnicos de radioeletrónica que tenían guardados en inglés, idioma en el cual Manolito y Montero se desenvolvían bien. Se hacen los primeros diseños de antenas, condensadores, todo lo básico para alcanzar una frecuencia de fácil captación para los radios receptores. Ellos contaban con un condensador marca AVIAGNE, pero a la larga demostró su inutilidad pues a medida que se calentaba cambiaba de frecuencia y oscilaba indistintamente de arriba hacia abajo, esto se complicaba mucho más al no tener idea de cómo controlar esa fluctuación inestable.
-¿Y si le ponemos un cristal que controle la frecuencia? –Pregunta Montero- ¿No sería mejor?
-Bueno, vamos a probar a ver qué sale –le dijo Manolito.
El tipo más común de resonador piezoeléctrico utilizado es el cristal de cuarzo. Una vez instalado el cristal,osciló sobre los 2,16 MHz, que era la frecuencia más baja admitida para la los barcos, pero imposible de captar por un radio común. Una vez instalado el cristal de cuarzo, se le echó mano al amplificador del Partido para hacer una primera prueba, también se consiguió el tocadiscos de la hermana de montero, para las pruebas de audio. Luego se acopló el sonido a la frecuencia de los 1600 MHz y lo primero que se escuchó fue un zumbido por la bocina del equipo y luego, poco a poco la música se abrió paso a través de la distorsión. Este era el primer éxito de los investigadores pero no era factible pues era una frecuencia demasiada alta para los radios de las casas y así no se podía concebir una campaña de movilización efectiva. Aunque no resultó el primer cristal, constituyó un punto de partida para enrumbar de forma certera las investigaciones, nuevamente se vuelcan a los folletos y a los cálculos para hallar una variante de frecuencia para que sea captada por la población. No obstante, el embrión de Radio Santa Cruz, ya está formado.
Días más tarde, en el cuartel general que ya se había convertido el taller de la pesca, Montero le dice a Manolito:
-Oye Manolito, ¿te acuerdas del líquido utilizado por los americanos para limpiar los equipos de exploración para el petróleo?
Sin pretender desviarnos del tema narraremos que a finales de los años ’50 investigadores norteamericanos exploraron las costas santacruceñas para la búsqueda de yacimientos petrolíferos al sur del país. Montero y Manolito, otrora dueños de un taller de electrónica, frecuentemente ofrecían sus servicios de limpieza de los equipos de exploración sumergidos en el fondo del mar y su mantenimiento. Debido a estos intercambios ellos se pertrecharon de equipos, conocimientos y fórmulas para otros trabajos de mantenimientos a otros barcos de la costa.
Tetracloruro de Carbón, pero quien tiene un poco de eso en estos momentos –y al momento responde- Y para qué tú quieres ese líquido ahora
Para rebajar el cristal de frecuencia
¿Y cómo lo vas hacer?
Rebajando el cristal con un esmeril y después limpiándolo con el Tetracloruro de Carbón. Yo le voy a dar en la casa hasta que me canse.
Esa noche una vez con el líquido en sus manos, montero le dedica largas jornadas a rebajar el cristal de cuarzo con el esmeril instalado en su casa. Trabajó hasta las once de la noche. Al otro día al comprobar la oscilación del cristal con el aparato recogido comprobaron que solamente había rebajado tres kilociclos.
No obstante, la variante del cristal de cuarzo para controlar las oscilaciones fue la valedera. Durante los días siguientes estuvieron avocados a la tarea de rebajar el cristal mediante el esmeril y los constantes baños del tetracloruro de carbón. A la par, se seguía acondicionando el taller en función de garantizar la transmisión. Con un pescador se consiguió una caña brava bien larga para ubicar la antena, a la misma también se le realizaron mejoras técnicas en espera de la terminación del cristal y así proceder con la transmisión. La rebaja debía hacerse con mucho cuidado, puesto si se ponía la mano dura, podía partirse el cristal y se debía comenzar con otro. También el acto debía realizarse en un mismo sentido y en una misma cara para optimizar los resultados. Esta era una tarea ardua y que demandaba grandes dosis de paciencia y sobretodo, trabajo extra, puesto que, la faena de la emisora era realizada luego de la jornada laboral de cada uno de los jóvenes. Con el paso del tiempo, los resultados se materializaron lentamente: las oscilaciones bajaban de 20 en 20 kilociclos ó de 30 en 30, pero los niveles de frecuencia transmitidas eran demasiada alta para que fueran captadas por un radio común.
Una noche, luego de verse en el lugar acordado y de oscilar el cristal alrededor de los 1200 MHz, deciden echar andar el transmisor. El momento es tenso. A pesar de la experiencia electrónica de Manolito y Montero y los conocimientos eléctricos de Fito cabía la posibilidad de que la inventiva fallara, máxime si se tienen en cuenta la gran dosis de innovaciones adicionadas al aparato. Accionan el interruptor y por el amplificador no se oye nada, solo el silencio saliendo por la bocina.
-Fito, pon el tocadiscos -dice manolito.
Fito accede y poco a poco empieza a salir melodías musicales por la bocina. La locura es total. Por fin habían logrado sacar al éter el sonido melodioso de una canción. Había valido la pena tanto sacrificio y horas de desvelo en estudios y esmeriles en pos de la preparación de la técnica para la planta de radio.
Al otro día por la tarde en el taller de la pesca, luego de echar andar el transmisor y posteriormente el tocadiscos de Eddy, Fito y Montero se montan en la camioneta para comprobar la recepción de la señal a través de la radio. El vehículo echó andar de forma lenta rumbo al parquecito de la playa, buscando poco a poco el norte. Manolito acciona el interruptor y rápidamente se dirige a la puerta del taller:
-¿Se oye?-le preguntó a los del carro.
-¡Sí!, ¡Sí!, se oye clarito-dijo Fito fuera de sí.
-Vamos a seguir andando-dijo Montero apuntando hacia el camino paralela a la costa también eufórico.
El carro echó a andar rápido hasta el parque de Guarda fronteras pero al doblar para enfilar hacia el poblado la señal se desvaneció poco a poco. Caminaron unos metros hacia adelante y al voltear nuevamente al taller, la señal reaparece nuevamente al pasar por el parque. Una vez en el taller, al decirle a Manolito, exclama:
-Dígame usted, la emisora municipal de Santa Cruz del Sur, se oye hasta el parque de Guarda Fronteras nada más.
El parque de Guarda Fronteras distaba del taller de la pesca solamente seiscientos metros.
Ya pueden imaginar.
Nuevamente se vuelcan a la tarea de rebajar el cristal y los baños con el tetracloruro de carbón, operación que le llevó varios días a Montero mientras Fito y Manolito se encargaban de calibrar los medios encargados de la transmisión de la señal. Por fin, una tarde de abril de 1968, deciden hacer otra prueba, esta vez con mayores ajustes y el cristal rebajado a su mínima expresión.
Realizan nuevamente el ritual de encender el equipo y subirse al carro, esta vez los tres, luego de dejar a Eddy, la hermana de Montero en el taller de la pesca encargada de poner la canción una y otra vez en el tocadiscos, “El Agua del Pompón”. El auto comenzó a andar rumbo norte luego de voltear por el parque de Guardafronteras y la melodía del disco todavía se oía por el equipo del vehículo. Continuaron su trayectoria hasta calle F, donde se encontraba la estación de policía (hoy sede del palacio de pioneros) y el “El Agua del Pompón” ahí, sin disolverse ni degradarse del radiorreceptor. Según atestigua Montero él y sus compañeros “parecían tres locos dentro de la camioneta”, por fin habían logrado llegar a la frecuencia adecuada para desarrollar la planta radial que movilizaría a las masas para la siembra de la caña.
Al otro día, reunidos en el Partido con Eugenio Barreiro Eugenio Barreiro, secretario de la Comisión de orientación Revolucionaria, Jesús Montero, Manuel Estévez Bolaños y Rodolfo Menéndez Sotomayor le muestran el resultado de sus esfuerzos, una planta radial con el mínimo de la técnica pero con gran cantidad de amor e inventiva. Ubican todos los medios técnicos en un cuarto pequeño de la sede municipal de Partido (con la premura, no se había pensado en un local) y echan andar la invención. Según el testimonio de Jesús Montero también se encontraban en ese momento Dalia Roca, Eloy González Zalazar y Alberto González. Luego de poner a funcionar la planta convidan a Barreiro a poner un pequeño radiorreceptor que tenía a su alcance. El sonido brotó fuerte y claro. Ninguno de los allí presentes podía imaginar, ante las grandes tareas y el trabajo cotidiano de esa época que serían testigos de la formación de uno de los medios de divulgación más populares de los habitantes de este municipio. Luego de la prueba Barreiro convidó a Montero, Fito y Manolito a seguir haciendo los ajustes necesarios para expandir más la señal, después de esto continuaron trabajando en otras tareas, inmersos en hacer Revolución.
Días más tardes, un primero de mayo y ante la concentración del pueblo trabajador, se lanzaba la convocatoria de sembrar 400 caballerías de caña en todo el municipio de Santa Cruz del Sur además de la necesidad de movilizar a la población para cumplir esa tarea… y todo el que tuvo un radio en su casa lo oyó.
Se suma un compañero.
El compañero había hablado con Eblis Blas, secretario del Partido en Santa Cruz del Sur y le había planteado la necesidad de cambiar de trabajo. Él estaba en el comercio pero con su actual matrimonio tenía que alimentar además de su esposa a dos pequeños más, por lo que la situación se le tornaba insostenible. Comenzó a trabajar en el carrito del Partido como divulgador y con un salario decoroso, su situación mejoró. Santacruceño de pura cepa, desde muy pequeño le habían inculcado los valores de la honradez y la alta vergüenza a la hora de buscarse sustento y que este debía ser mediante el trabajo duro y denodado. Por su puesto que la labor en el departamento de divulgación lo cumplió a cabalidad asumiendo todas las tareas que se le encomendaban, imagínese que empezó a trabajar desde los nueve años haciendo carbón junto a su padre. Es un ferviente defensor de la Revolución porque ha palpado de primera mano los beneficios que esta les ha dado a él y a su familia. Quería ser piloto, pero las escaseces de todo tipo y la estrecheces económicas de su familia no le permitieron alcanzar ese sueño, todo lo contrario, su educación fue hasta el cuarto grado.
Un día de junio que se encontraba en el Partido Municipal, justo en el momento de en qué se desarrollaban unas pruebas de campo de la señal de radio en la playa, le piden a él que lea unos periódicos para escuchar cómo se oía en la orilla del litoral. Al regresar Manuel Estévez Bolaños pregunta:
-¿Quién es el locutor que leyó las noticas desde aquí?
-¿Locutor? El que leyó eso fue Romelio.- le respondieron.
-Pues desde ahora ese el locutor de la emisora.
Se iniciaba así la presencia de quien fuera una de las voces más emblemáticas de Radio Santa Cruz, Romelio Cruz Victoria. Por sus años dedicados a esta institución, por su entrega sin par, dejó marcada una impronta imborrable en esta entidad.
En el Corazón del Pueblo.
Calando Hondo
Si algo caracteriza a Radio Santa Cruz desde su nacimiento es su profunda conexión con el pueblo. La inauguración de nuestra institución coincide con las profundas transformaciones económicas que tenían lugar en todo el país y en el caso de Santa Cruz del Sur, con la radical transformación de sus zonas rurales en un emporio cañero con dos centrales azucareros. El Partido, como principal fuerza movilizativa para acometer las tareas se apoyaba en la emisora para la movilización de la población. Esta era el vehículo principal para informar a la población acerca de los puntos de recogida para la siembra de la caña. El colectivo de la misma (un reducido grupo de compañeros, sin salario aún definido) no solamente se limitaba a informar a través de las ondas radiales, según testimonia Romelio Cruz Victoria, en las noches y madrugadas arengaban al pueblo montados en el pequeño Willis que tenía el Partido para las tareas de divulgación y propaganda. Cabe el mérito de nuestra emisora el haber contribuido en esos años en la siembra de las 400 caballerías de caña, la creación del Plan Viandero de Monte Grande, la cobertura a los cortes de caña, los logros de la pesca desde alta mar, las construcciones de las vaquerías, en fin en toda obra acometida por la Revolución.
Puede decirse que la emisora causó un impacto desde el primer momento de su creación. Mediante ella, todos los organismos del municipio hallaron su voz como una alternativa más para fomentar el avance, la polémica y la búsqueda de soluciones. Según Romelio, el secretario del Partido Eblis Blas González afirmaba: “Para mí tiene tanta importancia la emisora como una brigada cortando caña”. Se contaba en aquella época en la programación con 2 horas dedicadas a la zafra y con corresponsales en todos los distritos cañeros.
Otra de los méritos de la naciente institución era su fiabilidad. Cuenta Romelio Cruz Victoria que un principio de la institución fue su veracidad, “nunca engañar y decir la verdad por muy dura que sea”, siempre fue una premisa del medio. Tal es así, que los estados de opinión de trascendencia en la población no hallan su total credibilidad hasta que no se haya transmitido a través de Radio Santa Cruz.
Existía una fuerte vinculación con los organismos y representación de los mismos en la programación de la emisora. Existía el programa Hombres del Mar, estaba Vanguardia Femenina que era para la mujer y era rectorado por la FMC, Tiempos de Juventud, que abarcaba toda el área de Unión de Jóvenes Comunistas y programas musicales como Fonoteca y Carrusel de la Alegría, música y Melodías, Ronda Infantil, entre otros.
De la ilegalidad al universo
Uno de los puntos álgidos de la emisora a pesar de sus ventajas que representaba para el Partido y la población en general, era precisamente, su legalidad. Radio Santa Cruz surgió producto de la urgencia de las tareas económicas del territorio sureño y no de una planificación de las instituciones culturales de la provincia Camagüey, es por eso que esta, como institución, no tenía asentada sus bases legales, más aún sus trabajadores, no cobraban su salario para la radio, sino como trabajadores del partido. Esta situación propició que desde las instancias camagüeyanas se pensara en su cierre inmediato. Aunque no se aplicó desde un inicio, la noticia pendía sobre la naciente emisora como espada de Damocles hasta que un día se le da a conocer la noticia a Romelio Cruz Victoria a la postre ya director de la emisora en un Consejo de dirección de la radio provincial. Según cuenta, el compañero Alonso iría a cerrar la institución, a lo que Romelio replica que va ser no sin la oposición de todos los trabajadores del colectivo.
Al llegar el día pactado el compañero Alonso constata las condiciones de organización, disposición y voluntariedad de la pequeña emisora ubicada ya en ese instante en la casa de la cultura sureña. Observa la pequeña y modesta cabina de los locutores el transmisor de 22 watts con que se transmitía y decide contrario a lo que pensaba, ayudar en medios y equipos a la entidad. Alonso contacta con el jefe de los Radio Aficionados de Camagüey, un compañero apellidado Alcalde quien se presenta al día siguiente en la emisora y diagnostica su estado y le comenta a romelio:
-Yo te voy hacer un transmisor para que ustedes los respeten aquí.
Cumpliendo lo prometido al mes Alcalde se aparece con un transmisor de 150 watts de salida. Junto con él vinieron un grupo de técnicos que montaron una antena cercana los 100 pies de altura y la conectaron a otra del entonces Poder Local a través de un cable.
A partir de entonces, Radio Santa Cruz da un vuelco general en todos los órdenes que hasta ese momento tenía concebido. Con la instalación del nuevo transmisor, se expande exponencialmente la señal de la emisora y con esta expansión, su reconocimiento. Aumentó su nivel de audiencia, a la redacción llegaban innumerables cartas procedentes de todo el país, pero en su mayoría de Granma, específicamente de Media Luna, Niquero, Manzanillo, Bueycito, y demás, todo ello en consonancia con el auge que iba adquiriendo la llegada de las personas procedentes de esa zona a nuestro municipio. Existieron reportes de regiones como Camagüey, Nuevitas, Cienfuegos, La Habana, Granma. Unos de los grandes beneficiados con esta expansión fueron sin dudas los trabajadores de la pesca. La emisora le servia de conexión con la tierra y sus seres queridos. El servicio social para este Público era altamente valorado por los hombres del mar por el conocimiento que tenían del estado de los familiares en tierra. A partir de ese momento la emisora comienza a cobrar un auge jamás imaginado y adquirir mayor complejidad.
En 1975 el colectivo se traslada para un nuevo y moderno local que se construyó en la calle F. Las condiciones del local eran óptimas, pues contaba con dos estudios y cuatro modernas grabadoras, satisfactorias condiciones acústicas, especialización en sus 14 trabajadores de los cuales tres eran locutores, tres editoras, grabadoras y operadoras, una discotecaria, un reportero, 2 productores y el personal de servicio administrativo.
Este moderno local tenía en sus inicios en la parte superior oficinas destinada a los productores, periodistas y dirección del centro con su correspondiente baño y pequeña cocina; mientras que en la planta baja además de los dos estudios y sus correspondientes cabinas, una discoteca, un baño, un pequeño almacén, una oficina y una recepción.
A la par, se preparaba al colectivo de artista en la provincia para la especialización en los distintos órdenes del proceso radial. Grandes artistas entre los que destacan Raquel Revuelta estuvieron entre los preparadores.
A partir de 1979 la emisora comienza a participar en los festivales de su sector. De los programas que se han llevado a concursar y han obtenido premios están “Al sur de Camagüey”, “Interludio”, “La Islita del Saber”, “Hombres de Sol y Salitre”, “Fiesta Campesina”, “Impacto” y “Gente de mi Pueblo”; además de varios materiales periodísticos, resaltándose entre los realizadores galardonados Caridad Hernández, Orestes Rodríguez, Onelio Castillo, Deisy Alcalá, Idania Torres, Xiomara Fonseca, Romelio Cruz Victoria, María Elena Javier, Airan Fernández, Valerio Casamayor, Modesto Pérez y Encarnación González. A su vez, se obtuvo un Gran Premio en el Festival Nacional de la Radio en 1988 con el documental “Gente de mi pueblo”.
Entre los directores con que contó la emisora estuvieron Eliecer Betancourt, Jorge Fonseca, Iris Castillo, Esmeralda Ramírez, Romelio Cruz Victoria, Idania Torres Pérez, Deisy Fané Castillo y Onelio Castillo Corderí
La radioemisora continúa recibiendo premios provinciales y nacionales en los festivales de la radio. En diciembre de 1999 obtuvo en la provincia 9 premios que la ubicó en el primer lugar provincial y en el nacional, celebrado en febrero del 2000 ocupamos el quinto. Entre las emisoras municipales del país con un total de cuatro premios.
Durante la década del ‘80, la emisora se concentra en mantener el trabajo de las décadas precedentes. No había evento de trascendencia sin que no se contara con su presencia, dando cobertura al hecho. Ya por esa época ya su colectivo poseía experiencia y prestigio que le otorgaban reconocimiento a nivel provincial y nacional. Nilda Sotolongo, Deisi Alcalá, Caridad Hernández, Romelio Cruz Victoria, Adelfa Valdez, Barbarita Naranjo, Graciela Reyes, Clara Anaya , los periodistas Lázaro Najarro Pujol, Valerio Casamayor, Virginia Berrillo, Rosa Blanco; Sara Águila, Orestes Rodríguez, Magdalena Rodríguez, Modesto Pérez, Jesús Mazorra, Idania Pérez, Litzaida Culley y las jovencitas Débora Hidalgo, Yaneisi Matamoros y Yanita Rodríguez, legitimaban la entidad.
Se contaba también con un movimiento fuerte de colaboradores en todos los organismos, lo que consolidaba la imagen y la representatividad de todos los organismos en la programación de radio. El reconocimiento, la polémica, y el reflejo del pueblo estaban plasmados en la población. Un espacio que aún se recuerda es Hilo Directo, el cual analizaba a fondo las problemáticas que afectaban a la población santacruceña. Nada escapaba al ojo avizor de la emisora. Los remotos se realizaban desde los lugares más insólitos: en los cortes de caña, en los centrales en plena zafra, en lugares distantes como Vigía, la Comunidad Jesús Suárez Gayol, Arroyo Blanco, Curajaya, entre otros. Los reportes de sintonía llegaban desde cualquier lugar.
Los años ‘90 constituyeron una prueba para el colectivo de trabajadores al entrar el período espacial. No obstante, este hecho no disminuyó la entrega del colectivo de trabajadores y se mantuvo, no sin grandes esfuerzos, la programación habitual.
Año 2005: una funesta desición.
Como parte de la reestructuración y modernización del sistema de transmisiones del país, la empresa RADIOCUBA, decide cambiar la frecuencia de la emisora Radio Santa Cruz, que hasta ese momento se hacía por la amplitud modulada hacia la frecuencia modulada. Tal decisión se realizó sin tener las condiciones socioeconómicas de la población, la cual en su mayoría no tenía los medios para captar la nueva emisión. En consecuencia, lo que supuestamente sería una ventaja propiciada por las nuevas tecnologías, condujo a una drástica disminución de la audiencia de la población, quedando prácticamente sin cobertura radial los principales asentamientos y Consejos Populares del municipio. Se perdió la conexión con la población y la representativa que antes se tenía a través de la emisora. La mayoría de los radioyentes, con radios de factura rusa migraron a otras emisoras como Bayamo, Manzanillo, Radio Cadena Agramonte, Radio Rebelde y Progreso. El público pescador perdió a su vez, su vital conexión con la tierra durante los días de pesca y los remotos se redujeron al no ser escuchado por la inmensa mayoría de la población.
Esta decisión llegó a ser un verdadero fenómeno negativo en el municipio santacruceño ya que de manera repentina se cercenó una transmisión de una emisora que era admirada y querida por la población, además de privarla de un arraigo que tenía grandes lazos de convivencia. Todas las organizaciones políticas y de masas se movilizaron para revertir esta desición tan cara a los santacruceños, pero, y a pesar de los innumerables encuentros realizados, la solución hasta el momento parece percibirse en el cambio de tecnología por parte de la población y no en el retorno a amplitud modulada, o al menos, a la convivencia entre ambas señales. No obstante, esta es una solución que llevará tiempo y una readaptación de gustos del consumo radial que implicaría la aceptación o renuncias de costumbres en una era donde las tecnologías se imponen con fuerza demoledora.
Radio Santa Cruz, emisora que marcha junto al pueblo.
La emisora radio Santa Cruz del Sur, se adapta a los nuevos tiempos y continúa fiel a su empeño ser el reflejo de la sociedad sureña. A pesar de las adversidades continúa mostrando logros y éxitos los cuales la conducen a retomar el liderazgo de los medios de difusión masiva de su género que se escuchan dentro de nuestra demarcación.
La emisora ha sido sede en tres ocasiones (1998, 2007 y 2016) del Festival Provincial de la Radio que anualmente se celebra en la Provincia Camagüey, en los mismos, la emisora ha obtenido varios galardones, a la vez que ha congratulado a los artistas y realizadores asistentes a los eventos con aquellos elementos que caracterizan a esta región y el calor y la hospitalidad de los santacruceños.
El 2008, constituye un año de especial significación para Radio Santa cruz, ya que en esta ocasión, al arribar a su 40 aniversario, la Asamblea Municipal del Poder Popular en Santa Cruz decidió entregar a esta planta radial, la réplica del Escudo de la Ciudad, además de varios reconocimientos de la radio Provincial y Nacional. Pero sin lugar a dudas, el mayor de los galardones es ese que otorga el pueblo, que cada día nos acompaña desde la mañana para ser partícipe de nuestra amena programación. El consejo amigo, la sugerencia oportuna de quienes nos escuchan, no falta a cada paso, demostrando lo profundo que ha calado en el pueblo esta pequeña planta difusora de nuestros logros e ideas.
También, figura dentro de los logros el haber sido en dos ocasiones Vanguardia Nacional y en otra ocasión por habérsele entregado una mención especial. El centro es de tradición heroica, ostenta la bandera Héroes del Moncada y las distinciones de la UJC y el Sindicato.
Sin dudas, nuestro futuro es continuar siendo la más amiga de la población sureña, fiel al optimismo revolucionario de sus creadores.
“He sido creada dentro del espíritu de la Revolución, y en el mismo continuaré”
Emisora Radio Santa Cruz