Santiago de Cuba, 4 jul.- En el marco de la edición 44 del Festival del Caribe, se inauguró hoy el Coloquio Internacional El Caribe que nos une, espacio de reflexión identitaria, artística y académica que convoca a especialistas, investigadores y promotores culturales de varias naciones de la región.
Con sede en la Marquesina del Teatro Heredia, de esta ciudad, la primera jornada del evento se caracterizó por su musicalidad con las conferencias Curazao: un saludo perpetuo al Caribe, a cargo del antropólogo Richenel Ansano, y Centenario de una leyenda de la música popular universal: el cubanísimo Trío Matamoros, presentada por Omar López, conservador de la urbe de Santiago de Cuba.
López destacó la influencia del Son de la popular agrupación en la Mayor de las Antillas y en el mundo, y mencionó las ocasiones en que, como parte de sus giras, se presentó en Curazao, país invitado de honor a este festival.
Además de Miguel Matamoros, Rafael Cueto y Siro Rodríguez, integrantes originales del Trío, se refirió a figuras como Miguelito Cuní y Arsenio Rodríguez, como parte esencial de ese legado musical que trascendió fronteras y sigue siendo símbolo de identidad y resistencia.
Por su parte Ansano, miembro del Comité Nacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, presentó un estudio sobre los cantos de Curazao como crónicas sociales que narran migraciones, rebeldía e intransigencia, y resaltó el paralelismo con expresiones como la Nueva Trova cubana, señalando que estas manifestaciones ayudan a articular un sentir caribeño profundamente emancipador.
Reafirmó el papel unificador de la cultura y destacó la importancia de este evento como espacio de integración regional, especialmente en su capacidad para trascender antiguas divisiones coloniales.
Estos intercambios, dijo, han fortalecido vínculos con las comunidades de Haití, Dominica y otros países menos visibles en los escenarios mundiales.
La jornada incluyó el panel titulado Arte y pensamiento contra la colonización cultural. El aporte de la Uneac, en el que participaron presidentes provinciales de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, de Villa Clara, Camagüey, Guantánamo y Holguín, y cuyo debate se centró en el papel del arte como resistencia ante los procesos de dominación simbólica.
Se intercambió también sobre la identidad cultural en redes digitales, la historia de la antropología en Santiago de Cuba y el legado del pensamiento de Raúl Roa García, y se compartieron perspectivas que conectan lo académico con lo comunitario.
El coloquio se extenderá hasta el venidero 8 de julio, y contempla temas diversos como oralidad, religiosidad popular, afrodescendencia, historia, y los desafíos del Caribe ante la globalización, ratificando a la ciudad indómita como epicentro del pensamiento y la cultura como vehículo fundamental para la integración y resistencia de la región. (Fuente: ACN)