
Alguien pudiera cambiar la palabra voto por votante, pero no quiero llegar a más, independientemente que la impensada victoria del partido del presidente Javier Milei, La Libertad Avanza, en las recientes elecciones legislativas estuvo más bien ligada a la caída de la inflación, a pesar de la corruptela desembozada que salpica a los dirigentes de la agrupación que gobierna al país sudamericano.
Algunos que se dicen politólogos sitúan el triunfalismo de Milei a la nueva era del populismo de extrema derecha, pero lo cierto es que ello tiene que ver mucho con el respaldo del mandatario norteamericano, Donald Trump, y el poder que éste ejerce sobre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para apoyar financieramente al libertario en su política de hacer desaparecer la propiedad pública y ensalzar a la privada, lo que le allana el camino para préstamos millonarios, con el consiguiente endeudamiento de por vida de la nación argentina.
De hecho, el economista que se define como anarcocapitalista sorprende más que cualquiera de la lista, no solo por sus radicales propuestas, sino por su estrafalaria personalidad. Muchos aún se preguntan cómo un candidato que usa una médium para comunicarse con su perro fallecido en el 2017, a quien apodaban El Loco desde la etapa escolar, logró el 55,6% de los votos para ganar la presidencia y ahora su partido sobrepasa el 41% en las legislativas para convertirse en la segunda fuerza con más escaños en las dos cámaras del Congreso.
Y regresando al punto inicial, ¿cómo se explica el triunfo de Milei en las elecciones legislativas de Argentina en medio de crisis y escándalos (y qué efecto tuvo Trump)?
Los escándalos fueron desde un oscuro lanzamiento de criptomonedas que promocionó Milei y es motivo de demandas judiciales, a la renuncia del principal candidato oficialista a diputado por la provincia de Buenos Aires, por lazos con un empresario acusado de narcotráfico en EE.UU.
Pese a esto, el partido de gobierno se impuso también en esa populosa provincia, un bastión de la oposición peronista, que en septiembre había vencido por 13 puntos en elecciones locales.
Cuando Milei llegó a la presidencia, Argentina atravesaba una gran crisis económica.
Y muchos, sobre todo los más jóvenes, le dieron el voto a Milei atraídos por su discurso rupturista contra la "casta" política y su promesa de volver a los tiempos de prosperidad, por lo cual aplicó un programa de ajustes drásticos que le dio algunos resultados: la inflación mensual pasó del 25% al asumir en diciembre del 2023 a cerca del 2% actual. La tasa de pobreza bajó 10 puntos hasta la primera mitad de este año. Y Argentina tuvo en el 2024 su primer superávit presupuestal en más de una década.
La contracara de eso fue una caída en los ingresos reales promedio de parte de la sociedad, desde los trabajadores del sector público hasta los jubilados, y un estancamiento de la actividad. Sin embargo, y a pesar de la pobreza y el hambre en un país de tanta producción alimentaria, la mayoría de la gente respaldó su programa y, de una manera u otra, allanó el camino a los millonarios préstamos condicionados por Trump a la victoria de la agrupación libertaria.
La Libertad Avanza, el partido del ultraliberal Milei, fue así la fuerza más votada en el país y expandirá su bancada legislativa a partir de diciembre, cuando comience la segunda mitad del mandato presidencial.
Si bien seguirá sin tener mayorías propias, el gobierno podrá defender su agenda en el Congreso y, según anunció el propio Milei, buscará acuerdos con algunas fuerzas para impulsar reformas, a pesar que el peronismo sigue siendo la fuerza mayoritaria. (Texto y Foto: Cubasí)