
EE.UU, 1ro. nov.- Una expedición científica internacional ha logrado un hito sin precedentes en la Antártida Oriental: extraer el bloque de hielo más antiguo conocido hasta la fecha.
Con una edad estimada en seis millones de años, se obtuvo en las colinas de Allan y contienen microscópicas burbujas de aire en su interior, que los investigadores han calificado como “máquinas del tiempo climáticas”, en un artículo publicado en la revista PNAS.
Gracias a estas burbujas, los investigadores prevén obtener datos relevantes sobre las condiciones atmosféricas de la Tierra en un período mucho más cálido que el actual, lo que podría arrojar luz sobre el futuro que nos aguarda debido al cambio climático.
La expedición estuvo liderada por el Centro para la Exploración del Hielo más Antiguo (COLDEX) y la Fundación Nacional de Ciencias (NSF).
Antes de realizar la perforación, consideraban imposible obtener muestras con una antigüedad superior a los tres millones de años.
Para extraer el material, el equipo realizó perforaciones en el hielo de las colinas de Allan de hasta 200 metros de profundidad. Una cifra que puede parecer grande, pero que realmente no lo es tanto: para obtener una muestra parecida en el interior del continente antártico sería necesario excavar hasta los 2.000 metros debido a la topografía montañosa y al lento movimiento glacial, que empuja las capas de hielo más longevas hacia abajo.
“Anticipamos que el hielo en esta región era muy antiguo. Sin embargo, la muestra ha sobrepasado con creces todas nuestras expectativas”, indicó Ed Brook, director de COLDEX en la Universidad Estatal de Oregón, en una nota de prensa.
La importancia científica de este descubrimiento reside en el aire encapsulado dentro de las muestras. Millones de años atrás, el aire quedó sellado en su interior, preservando la composición atmosférica de la Tierra en un momento de su historia en el que experimentaba temperaturas globales superiores a las de ahora y niveles oceánicos mucho más altos.
Para realizar la datación de las muestras, los científicos usaron un isótopo específico de argón. Esto, unido a los isótopos de oxígeno atrapados en el bloque de hielo, permitieron determinar que la Antártida ha experimentado un enfriamiento gradual de aproximadamente 12º C en los últimos seis millones de años.
Ahora, el objetivo de los investigadores se utilizar los datos obtenidos para reconstruir los niveles históricos de gases de efecto invernadero y la dinámica del calor oceánico. Algo que podría ser de vital importancia para modelar la evolución del clima de cara al futuro. (Texto y Foto: Cubasí)