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Directivos del Minsap y expertos en arbovirosis actualizan sobre situación epidemiológica del país y estrategia para enfrentarla


La Habana, 13 nov.- Este miércoles, directivos del Ministerio de Salud Pública (Minsap) y expertos en arbovirosis, comparecieron en la Mesa Redonda para abordar la compleja situación epidemiológica del país y la estrategia del organismo para enfrentarla.

La Dra. C. María Guadalupe Guzmán Tirado, directora del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia del Instituto de Pediatría de Cuba (IPK), puso en contexto la situación epidemiológica actual de los arbovirus, enfatizando en el chikungunya, una enfermedad que hoy preocupa a la población cubana.

La experta inició su explicación definiendo a los arbovirus como virus transmitidos por artrópodos, como mosquitos, garrapatas y otros insectos. El ciclo comienza cuando uno de estos insectos pica a una persona o animal infectado; el virus se replica en su interior y luego puede ser transmitido a un vertebrado, como un ser humano, en cada nueva picadura.

La Dra. Guzmán alertó que, en las últimas décadas, una combinación de determinantes sociales y ambientales ha creado las condiciones perfectas para la proliferación de estas enfermedades. Entre los factores clave mencionó:
La convergencia de diversos factores sociales y ambientales ha creado una tormenta perfecta para la proliferación de los arbovirus. La urbanización descontrolada y no planificada, sumada a la alta movilidad poblacional global, facilita la rápida diseminación de estos virus.

Como ejemplificó la Dra. Guzmán, “se mueve más la persona que el insecto”, citando el caso reciente de un virus introducido por un viajero procedente de Brasil. En el ámbito local, la necesidad de almacenar agua en las viviendas genera criaderos ideales para el Aedes aegypti, un mosquito que se reproduce en agua limpia. A esto se le añade el manejo inadecuado de los residuos sólidos y las deficiencias en el saneamiento.

Por último, el cambio climático actúa como un multiplicador de la amenaza: el aumento de la temperatura global no solo acorta el ciclo de reproducción del mosquito y el tiempo en que este se vuelve infectivo, sino que también permite la expansión geográfica de los vectores a nuevas regiones. Esta combinación de factores explica la expansión constante del riesgo a nivel global.

Mostrando mapas ilustrativos, la directora del IPK demostró cómo la presencia del Aedes aegypti y de otro mosquito, el Aedes albopictus, se ha expandido a nivel mundial. “Esto hace que el vector no solo se expanda geográficamente, sino que también se incremente en densidad”, afirmó. (Texto y Foto: Cubadebate)


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