
Camagüey, 23 dic.- A 184 años de su natalicio los principeños recordaron a su hijo más ilustre: el Mayor General del Ejército Libertador, Ignacio Agramonte Loynaz, una figura imprescindible de la historia nacional, cuya huella permanece viva en la memoria y el orgullo de esta tierra.
Como cada año el Museo Casa Natal se convirtió en punto de encuentro para rendir homenaje a su legado. En ese espacio se ratificaron las razones que asisten al pueblo camagüeyano para mantener vivo su espíritu, al punto de que surgió un hecho único en el país: la adopción del gentilicio “agramontinos”, expresión de identidad y pertenencia.
Durante el acto solemne que precedió la tradicional peregrinación, Mailén Fernández, jefa del Departamento de Historia de la Universidad de Camagüey, destacó las excepcionales dotes de estratega militar y su capacidad organizativa para conducir un ejército de manera singular, cualidades que convirtieron al batallón camagüeyano en uno de los mejor estructurados del país durante las guerras por la independencia.

“No solo fue un excelente militar y estratega, sino también un esposo devoto; así lo refleja la correspondencia dirigida a Amalia Simoni, testimonio de su profunda fibra humana”, expresó la especialista.
En el breve pero intenso período de tres años y medio dentro del Ejército Libertador Ignacio Agramonte intervino en más de cien acciones combativas.
Al frente de las tropas logró articular con maestría los fundamentos de la táctica militar con las formas de lucha irregular, adaptadas a las particularidades geográficas de las amplias sabanas lugareñas.

Fuentes históricas destacan que consiguió consolidar una firme base de operaciones en la región y priorizó la formación integral de jefes y oficiales. Con ese propósito impulsó la creación de centros de instrucción militar, entre ellos la reconocida escuela de Jimaguayú, decisiva en la preparación de los líderes del ejército mambí.
José Martí sintetizó su esencia al afirmar “De Agramonte, la virtud”, una frase que resume su valor humano, su capacidad conciliadora y su profundo sentido de la unidad. Por ello Camagüey y Cuba rememoran hoy la efeméride y celebran a uno de los hombres más valiosos que ha gestado esta tierra. (Texto y fotos: Idaylén Rodríguez Rodríguez/Radio Cadena Agramonte)