La Copa Mundial de la FIFA 2014 está, definitivamente, en Brasil. El Presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, acudió al Palácio do Planalto en Brasilia, para reunirse con la Presidenta de la República, Dilma Rousseff, quien en un gesto histórico y simbólico recibió de él y de Cafú, capitán de la selección campeona del mundo de 2002, el trofeo original que recompensará a la nación ganadora de la gran cita del deporte rey.
“Ya dije antes de llegar a Brasil que mi primera visita aquí sería para encontrarme con la presidenta brasileña. Es una cuestión de respeto, y también de educación”, declaró Blatter antes de la ceremonia en la que Dilma Rousseff levantó el trofeo, que únicamente pueden tocar jefes de estado y campeones del mundo. “Mi deseo, que comparten los más de 200 millones de brasileños y brasileñas, es que el día 13 de julio otros 23 brasileños puedan tocar esta hermosa copa”, afirmó la Presidenta de la República.
Dilma Rousseff y el Presidente de la FIFA mantuvieron una reunión privada en el Palácio do Planalto, sede del poder ejecutivo federal, para abordar los últimos pasos antes del partido inaugural que enfrenta a Brasil y Croacia el 12 de junio en el Arena de São Paulo. Después participaron en un acto abierto a los medios de comunicación, con la presencia, entre otras autoridades, del Ministro de Deportes, Aldo Rebelo.
En enero de este año, Blatter ya había recibido a la Presidenta en la sede de la FIFA, en Zúrich.
Más que un simple torneo
Los mandatarios de la FIFA y del Gobierno federal brasileño compartieron el mismo tono de optimismo respecto a la organización del torneo en sí, y también acerca de la oportunidad que representa para aspectos que van mucho más allá del terreno de juego.
“Brasil es una potencia del fútbol mundial y, ahora, también de la economía. Estoy convencido de que este evento le dará una oportunidad adicional de promocionarse en todo el planeta”, analizó Blatter. “De hecho, durante más de un mes, todas las miradas del mundo estarán puestas en Brasil. En este sentido, será un Mundial para Brasil y para todo el mundo”.
Y Dilma Rousseff afronta esta oportunidad con responsabilidad y seguridad: “Estamos preparados para ofrecer un gran espectáculo: los estadios están listos, y muchos ya han albergado encuentros de las ligas estatales y de la liga brasileña. Nuestros aeropuertos están preparados para la demanda adicional que vamos a recibir durante este mes, sobre todo porque se les ha dotado de la dimensión necesaria para atender a demandas de viajes que ya están creciendo sistemáticamente. Y garantizo a quienes nos visiten que la estructura de seguridad que hemos organizado permitirá disfrutar de los partidos y de todas las bellezas que puede ofrecer el país.
Brasil es un país que se enorgullece de haber conquistado la democracia. Un país que respeta la libertad de manifestación y de expresión y que también es capaz de respetar los derechos de la mayoría: que quiere asistir a los partidos, confraternizar y celebrarlo”.
Para Brasil y para el mundo
Ambos mandatarios incidieron asimismo en el valor que la Copa Mundial de la FIFA, por su alcance, puede tener para reforzar cuestiones humanitarias en las que se centra el certamen. Joseph S. Blatter anunció que, como símbolo de la paz, se soltarán unas palomas justo antes del saque inicial del partido inaugural, en el Arena de São Paulo. Y ratificó su deseo de que el fútbol sirva de plataforma para algo mucho mayor.
“Aprovecho esta oportunidad para volver a manifestar mi esperanza de que, durante este tiempo, al menos, cesen las actividades bélicas en el mundo y que, en lugar de eso, el fútbol sea una forma de unir a la gente”, señaló el Presidente Blatter. “La 20 Copa Mundial de la FIFA también será una plataforma para luchar contra la discriminación de cualquier tipo —en concreto, contra el racismo—, así como para promover el fútbol femenino”.
Ese es el tipo de sentimiento que el gesto de levantar el trofeo de la Copa Mundial de la FIFA, que cautiva a tanta gente por todo el mundo, crea en la jefa de estado brasileña. “Queremos un Mundial en el que el fútbol sirva como instrumento para promover el entendimiento, el diálogo, la paz y el respeto entre nosotros, los seres humanos, y las naciones”, anunció la Presidenta Dilma Rousseff. “Hagamos de la Copa Mundial de la FIFA 2014 un evento a favor del respeto por la diversidad y contra la discriminación y el racismo. Brasil los invita a comprometerse con esta tarea”. (Sitio oficial de la FIFA)