
La Habana, 31 oct.- Ante la presencia en el país del virus del chikungunya, una enfermedad que no es nueva a nivel global, pero sí emergente para Cuba, las autoridades de Salud enfatizan en la importancia de su conocimiento por parte de la población, para un manejo adecuado.
El doctor Daniel González Rubio, infectólogo del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), aclara un punto crucial, y es que la mayoría de las personas tiene una evolución favorable. Al igual que otras enfermedades virales de este tipo, la evolución es autolimitada, o sea, la mayoría de las personas cura de manera espontánea.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS: DOS ETAPAS BIEN DEFINIDAS
El especialista explicó que la enfermedad cursa en dos grandes momentos: una etapa aguda y otra subaguda/crónica, una evolución por fases que la diferencia de otras arbovirosis como el dengue.
–¿Qué pasa en la etapa aguda?
–En esta fase predominan tres manifestaciones fundamentales, según detalló el doctor González Rubio:
Añadió que, aunque con menor frecuencia, pueden aparecer diarrea, decaimiento, conjuntivitis o crecimiento de los ganglios linfáticos. Alertó que, si bien la mayoría evoluciona bien, algunos pacientes pueden desarrollar en esta etapa aguda algunas complicaciones, incluso a veces algunas pueden ser graves.
Sin embargo, aclaró que estos casos severos suelen darse en personas más vulnerables, como ancianos, cardiópatas, diabéticos, o personas con neoplasias.
–¿Qué ocurre en la etapa subaguda?
–En ambas lo más importante es la participación articular. En estas fases, el compromiso de las articulaciones se manifiesta con dolor, rigidez e inflamación, aunque esta última suele ser menor que en la fase aguda.
Es fundamental que la población comprenda la naturaleza prolongada de algunos síntomas. Aproximadamente un 40 % de las personas puede tener síntomas hasta tres meses, y alrededor de un 10 % más allá de los tres meses.
Pese a ello, el infectólogo ofreció un mensaje tranquilizador: de forma habitual, la enfermedad no deja secuelas, a la larga las personas curan completamente. Quienes padecen enfermedades articulares preexistentes, como artrosis o artritis reumatoidea, pueden experimentar una evolución más demorada.
MANEJO DE LA ENFERMEDAD: REPOSO, HIDRATACIÓN Y SUPERVISIÓN MÉDICA
El manejo del chikungunya se basa en dos elementos: el tratamiento general y el medicamentoso. Sobre el primero, el infectólogo del IPK fue enfático: hay dos pilares que son muy importantes, el reposo y mantener una hidratación adecuada.
Respecto a los medicamentos, aclaró: esta enfermedad no tiene, hasta donde se ha avanzado en la ciencia, una droga o un medicamento antiviral específico. Por lo tanto, el tratamiento es sintomático, es decir, está dirigido a aliviar las molestias.
Hizo, además, un llamado de atención: los medicamentos se indican de manera individual en cada persona (…) el tratamiento depende de muchos factores. Y recalcó: volvemos al mismo mensaje de siempre: el medicamento tiene que ser supervisado por un médico. La automedicación no está recomendada.
EL ROL DEL IPK EN EL ENFRENTAMIENTO A LA ENFERMEDAD
Con respecto a esta enfermedad emergente, el IPK desempeña un papel activo en varios frentes, y enumeró que el primer aspecto es tratar de hacer el diagnóstico en sus laboratorios, que son nacionales.
En segundo lugar, todo lo relacionado con la investigación, y el otro aspecto es el asistencial, detalló.
Además, el IPK tiene un papel vital en la capacitación del personal de Salud a diferentes niveles.
El doctor González Rubio confirmó que la institución cuenta con un protocolo para el manejo de arbovirosis que, adecuado a su contexto, servirá de base para las próximas adaptaciones en cada institución de Salud del país. (Granma Digital) (Foto: Tomada de Internet)