
Argentina, 20 nov.- La Argentina ingresó en una nueva fase de lucha sociopolítica. Lo que comenzó con un paro nacional de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) —que alcanzó más del 90% de acatamiento— terminó convirtiéndose en la primera gran demostración de fuerza callejera contra la reforma laboral que impulsa el Gobierno y contra el acuerdo económico y político con los Estados Unidos.
Organizaciones de jubilados, movimientos piqueteros y sindicatos combativos confluyeron en una jornada que reconfigura el mapa de poder en las calles.
La protesta llegó en medio de una ofensiva del Gobierno de Milei: la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció penalmente al secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, por “amenazas al orden constitucional”. Lejos de intimidarse, el sindicalista respondió que “si hay que salir a las rutas en Navidad y Año Nuevo para frenar la reforma, lo vamos a hacer”, instalando una narrativa de resistencia prolongada.
La medida de fuerza afectó hospitales, aduanas, Senasa, transporte, organismos previsionales y de seguridad, medios públicos, migraciones, controladores aéreos y dependencias estratégicas como la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) y la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), que solo atendieron emergencias.
Aguiar denunció que los salarios están destruidos hace casi dos años, que el pluriempleo se convirtió en norma y que miles de estatales quedan por debajo de la línea de pobreza. “Nos quieren convencer de esperar, pero ya todos sabemos hacia dónde va esta reforma”, afirmó.
El paro de ATE se entrelazó con una convocatoria más amplia: la resistencia contra la reforma y el acuerdo con Estados Unidos, que distintos movimientos sociales caracterizan como un pacto colonial atado al nuevo alineamiento geopolítico del Gobierno argentino con Washington.
Un plenario de más de 3.000 delegados del Frente de Lucha Piquetero, reunido en Parque Lezama, había resuelto marchar a Plaza de Mayo junto a las organizaciones de jubilados que cada miércoles protestan contra el ajuste. Allí aprobaron un documento unificado: “La ofensiva antiobrera y antipopular del Gobierno no busca generar empleo: busca eliminar conquistas históricas y abaratar el costo del saqueo”, señalaron.
Los jubilados, víctimas frecuentes de la represión ordenada por Bullrich, convocaron a una jornada “antiimperialista” contra lo que definen como “la entrega y el ajuste” del acuerdo con Trump. “Es un pacto del Gobierno con el Tesoro yanqui”, denunciaron.
El líder de ATE dejó en claro que la resistencia no es únicamente salarial: apunta al carácter geopolítico y económico que adquiere la reforma laboral en el nuevo marco bilateral con Washington. “Trabajar más y por menos plata para abaratar los costos del saqueo. Sin huelga y movilización no la frenamos”, aseguró.
Además, advirtió sobre la entrada de seguidores de La Libertad Avanza a puestos del Estado con altos salarios, mientras continúan despidos, precarización y congelamiento en la base de la pirámide laboral.
Su mensaje también apuntó a la CGT y sectores del peronismo dialoguista: “Los que dicen que esperemos al 10 de diciembre le hacen el juego al Gobierno y a los grandes grupos empresarios.”
La ministra Bullrich lo denunció penalmente por “amenazas”, mientras el oficialismo agita la idea de que la protesta es “desestabilizadora”. Aguiar aseguró que “la ignorancia de quienes nos llaman golpistas preocupa. Golpista es gobernar al margen de la Constitución. El derecho a huelga no se toca.”
Mientras tanto, los jubilados y piqueteros recuerdan que el Gobierno ya reprimió varias manifestaciones previas y denuncian “intervencionismo directo del imperialismo en Argentina”.
El Frente de Lucha Piquetero ya activó un plan escalonado, primero con una concentración en el Obelisco el 13 de noviembre y luego una movilización unitaria esta semana. Igualmente, habrá una marcha de todas las organizaciones sociales a comienzos de diciembre y una gran movilización el 20 de diciembre, aniversario del Argentinazo. (Texto y Foto: Cubadebate)