logo Imagen no disponible

Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey

Camagüey, mosquito Aedes aegypti, operarios de vectores, Policlínico Joaquín de Agüero y Agüero, mochilas fumigadoras, overoles, barrios

Operarios camagüeyanos: defensores incansables en la lucha contra el mosquito Aedes aegypti(+ Fotos)


Camagüey, 24 nov.- El amanecer en Camagüey aún no disipa completamente la penumbra, pero los operarios de vectores del Policlínico Joaquín de Agüero y Agüero ya inician su ritual diario. Con mochilas fumigadoras y un compromiso inquebrantable, se dispersan por los barrios.

Son la primera línea de defensa, los guardianes silenciosos cuya misión es contener al diminuto pero peligroso enemigo: el mosquito Aedes aegypti. Su labor, meticulosa y constante, es un escudo químico que protege a la comunidad de las amenazas del dengue y otras arbovirosis.

El característico sonido del motor de la mochila fumigadora anuncia su presencia en cada calle, en cada portal. El insecticida convertido en una nube blanca y densa se cuela en los hogares con permiso previo, buscando los rincones donde pueda alojarse el insecto adulto.

Esta danza entre el humo y la salud no es un mero trámite, es una barrera fundamental para cortar la cadena de transmisión de la enfermedad. Cada sala, cada patio fumigado, es un pequeño territorio ganado en esta guerra sin cuartel por el bienestar de las familias camagüeyanas.

Sin embargo, su lucha no se limita únicamente al uso de productos químicos. La prevención es su herramienta más efectiva. A medida que avanzan, comparten información sobre los criaderos de mosquitos que pueden formarse en lugares como tanques mal tapados, neumáticos abandonados o platos de macetas con agua acumulada. De esta manera, empoderan a cada ciudadano para que se convierta en un vigilante de su propio hogar.

Esta labor de educación y fumigación es un pilar del modelo de medicina comunitaria cubana. Los operarios integrados en el policlínico no son entes ajenos al barrio, son vecinos que protegen a los suyos. Su trabajo aunque a veces poco visible o incluso incomprendido por algunos, es una muestra de salud pública en acción. Representa la idea de que preservar la salud es una tarea colectiva, donde la disciplina vectorial y la responsabilidad individual deben ir de la mano para lograr un entorno seguro.

 Al caer la tarde cuando regresan al policlínico no hay medallas ni reconocimientos ostentosos. Su mayor trofeo es la tranquilidad de una comunidad más protegida. Son hombres y mujeres que con su esfuerzo cotidiano escriben una crónica de dedicación en las calles de Camagüey.

Su historia es la de un combate persistente, gota a gota de insecticida y palabra a palabra de prevención, para que el zumbido del Aedes aegypti no se convierta en un lamento en los hogares de la ciudad. (Maykel Torres La Rosa/Radio Cadena Agramonte) (Fotos: Cortesía de Ananciby Jarp García/Especialista de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades Prosalud Camagüey)


En esta categoría

Comentarios


Tu dirección de correo no será publicada *