Rostros de enfurecidos leones o delicadas manos fundidas en hierro han servido, durante más de un siglo, para el llamado en grandes puertas de cedro que enriquecen la arquitectura colonial de esta ciudad, cercana a cumplir medio milenio el próximo año.
Imágenes de gran valor estético, salidas de las fraguas de artistas anónimos, son el resultado del auge de la industria azucarera de mediados del siglo XIX en la villa.
La favorable situación económica estimuló el desarrollo de construcciones, entre las cuales se destacan viviendas de gran extensión, algunas de hasta una manzana.
Entonces el llamado en las gruesas puertas se perdía entre largos pasillos y patios interiores, por lo cual se volvieron necesarias las grandes piezas de metal, adosadas a la madera, para facilitar, en el interior de las edificaciones, escuchar la llegada de un visitante.
Este fue el momento en que se perfeccionó la forja en hierro, la reja de madera fue sustituida por la de metal y se utilizó el guardapolvo sobre la ventana, accesorios que en otras ciudades de la Isla eran importados, fundamentalmente de España.
La materia prima de las fraguas se adquiría en Estados Unidos y los herreros remedianos, devenidos artistas, detallaban cada obra, de ahí los bien definidos rasgos de un güije o un diablillo y la delicada mano femenina donde se destaca un anillo.
Fotos, dibujos y grabados recogen la imagen de la Parroquial Mayor San Juan Bautista, joya barroca de Cuba, como una de las principales estampas de la añeja urbe, en la cual aparece la inmensa aldaba, con cara de león embravecido, que preside el portón.
Lo que constituye curiosidad para los visitantes de la antigua urbe cubana, resulta habitual en los pobladores quienes encuentran valor utilitario a esas piezas de hierro fundido en las amplias edificaciones donde se asientan instituciones y hogares.
Las aldabas forman parte de una conservada arquitectura colonial y de los encantos de San Juan de los Remedios, localidad donde leyendas y tradiciones se integran al quehacer cotidiano de sus moradores.