Por Raysa Mestril Gutiérrez / Radio Cadena AgramonteEl 1ro de enero el danzón cumple años de creado y, como todo arte verdadero que prueba su trascendencia en el arraigo popular, se conserva vivo, no sólo en la memoria de los mayores, sino también en fiestas, salones de baile y hogares.
Acerca del surgimiento del baile nacional cubano, Faílde dijo: "Se bailaba por aquel tiempo en Matanzas un baile de cuadros que llevaba el mismo nombre de danzón. Este baile lo formaban hasta veinte parejas provistas de arcos y ramos de flores. Era realmente un baile de figuras y sus movimientos se ajustaban al compás de la Habanera, que es el compás verdadero que debe dársele al danzón.
"El que dirigía este baile de figuras me invitó a que escribiera una música ad hoc, pues hasta entonces las parejas ejecutaban las figuras cantando a viva voz. Y al escribir esa música se me ocurrió la idea del baile que hoy se llama danzón. Lo escribí y puse en ensayo. Gustó a todo el mundo, es decir, a los músicos y a los bailadores, y se hizo popular en muy corto tiempo. Después escribí muchos, pero, ¡cuántos más no se han escrito y se seguirán escribiendo!”
Las Alturas de Simpson se nombró el primer danzón, del cual el maestro Jorge Anckermann realizó una especial adaptación, basándose en originales escritos por Faílde, cuya orquesta, lógicamente, no alcanzó la época de grabaciones.
Entre los cultivadores y aplaudidos maestros de la música que hicieron aportaciones de valor al danzón y contribuyeron a su difusión, hay que mencionar sin falta a Antonio María Romeu, Cheo Belén Puig, Orestes López, Antonio Arcaño, Rodrigo Prats, Abelardito Valdés, Joseíto Valdés y Armando Valdés Torres.