La Habana, 20 oct.- La Jornada de la Cultura Cubana es mucho más que una celebración del arte. No se trata únicamente de rendir tributo a las expresiones artísticas, sino de honrar algo más profundo: la cultura como sostén de una idea de nación, como la urdimbre espiritual que ha garantizado la identidad del pueblo cubano a lo largo del tiempo.
En ella se encuentran los valores, las tradiciones, las aspiraciones y la memoria que dan sentido a la existencia colectiva. Celebrar la cultura cubana es, en última instancia, celebrar la capacidad de un pueblo para reinventarse sin perder su esencia.
La cultura cubana, diversa y fecunda, es un ámbito de permanentes confluencias. Es diálogo entre corrientes, generaciones y visiones del mundo. Es la expresión viva de una historia donde lo autóctono y lo universal se funden, donde la raíz se abre al viento de las influencias sin renunciar a su savia.
Esa dialéctica constante, ese movimiento entre tradición y modernidad, entre lo local y lo global, define su fuerza. La cultura es, en definitiva, la amalgama que une a un pueblo en su pluralidad.
Por eso esta Jornada no puede concebirse como una celebración elitista, confinada a galerías o escenarios. Tiene que ser una fiesta popular, una convocatoria al reconocimiento colectivo de lo que somos. Así entendieron la cultura Fidel Castro y Armando Hart, a quienes se dedicó la Jornada: como patrimonio compartido, como instrumento de liberación y de conciencia.
Ambos promovieron una noción de cultura inseparable de la justicia, del humanismo, de la educación y del compromiso social.
La idea de una cultura en Revolución debe asumirse hoy sin veleidades ni dogmatismos, pero también sin perder las jerarquías que permiten distinguir lo esencial de lo superfluo. Debe ser una cultura crítica, participativa, consciente de su responsabilidad ante la nación y el tiempo que le toca vivir.
Porque la cultura no es algo externo a la sociedad: la cultura somos todos. Y en esa certeza radica el sentido más profundo de esta Jornada. La cultura es la Patria. (Texto y Foto: Cubasí)