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Tiroteos, asesinatos… y Marco Rubio


EE.UU, 27 nov.- Juro al lector que no tenía el propósito de traer a colación al canciller trumpista, Marco Rubio, muy ocupado ahora en tratar de convencer a su presidente en que ataque a Venezuela, amenazada por una poderosa flota de guerra, bajo el falso pretexto de combatir el narcotráfico.

Pero la continuidad de las altas cifras de tiroteos masivos y asesinatos que manchan de sangre a la que llaman la mayor democracia en el mundo conspira a favor de citar a políticos estadounidenses empeñado$ en armar hasta los dientes a todos los ciudadanos -de cualquier edad-, basándose en una enmienda constitucional malinterpretada y de hace más de 200 años, sin que ello importe judicial y legislativamente, porque hay mucho dinero por medio.

Aún recuerdo el ejemplo de un ser querido que laborando en su automóvil de alquiler en las cercanías de Atlanta fue asaltado y despojado de unos cien dólares. Abordado por un policía, éste le impuso una multa, porque no tenía un arma de fuego para defenderse.

En fin que menores de edad porten armas de fuego, que éstas estén al alcance de todos, no importa su salud mental, se debe a seres como Marco Rubio, uno de los facinerosos de cuello blanco que más dinero han recibido de la Asociación Nacional  del Rifle, que ya en el 2018 sumaba unos 3 303 355 dólares, cifra que ha seguido subiendo, al ser el favorito de toda la familia Trump.
 
Luego del tiroteo en la Escuela Secundaria Stoneman Douglas, cuando fue interrogado por un sobreviviente del tiroteo sobre las donaciones de la Asociación Nacional del Rifle, Rubio respondió: “Siempre aceptaré la ayuda de cualquiera que esté de acuerdo con mi agenda”, reportó CNN, que recordó que el susodicho utilizó impunemente su tarjeta de crédito del Partido Republicano para fines personales, sin haber declarado esos gastos a Hacienda.

De todas maneras se afirma que otro personaje político de lamentable origen cubano, Ted Cruz, de Texas, supera a Rubio en la cantidad de dinero recibido de la Asociación, siempre atenta a gratificar a quienes le beneficie.

Además de Rubio, otros políticos floridanos -todos republicanos- han sido sobornados por la entidad, entre ellos el actual gobernador Ron DeSantis, Carlos Curbelo, Mario Díaz Balart, Neal Dunn y Matt Gaetz.

También Brian Maest, Bill Posey,Tom Rooney, Dennis Ross, John Rutherford y Daniel Webster.

HERENCIA

Los índices de violencia armada y tiroteos masivos en EE.UU. durante la última década han aumentado exponencialmente, sin que el Congreso haya tomado medidas sustanciales. La población estadounidense vive atemorizada porque sus dirigentes no han actuado para proteger sus derechos humanos, los cuales han sido aún más pisoteados en esta etapa de deportaciones de todo tipo.

Cada día, 125 personas en Estados Unidos mueren con armas de fuego, el doble son baleadas y heridas, y muchas otras se ven afectadas por actos de violencia armada”, dice por su parte la organización Everytown for a Gun Safety. 

Otro dato que aporta contexto sobre por qué en Estados Unidos hay tantos tiroteos y violencia armada lo revela una encuesta de Small Arms Survey, que en el 2018 encontró que en ese país hay 120 armas por cada 100 ciudadanos, pero siete años después se estima en más de 140, así como que la mitad de las existentes en el mundo están en poder de la población norteamericana.

Más allá del coste humano de esta crisis, está el económico. La violencia armada cuesta al sistema sanitario estadounidense 170 000 millones de dólares al año. Se necesitarían 670 millones de dólares al año durante ocho años para financiar programas de intervención contra la violencia sostenidos y adecuados en las 48 ciudades estadounidenses con mayores índices.

La violencia armada sigue siendo un problema propio de EE.UU. que continúa socavando y amenazando los derechos humanos de todos quienes viven en ese país. Los homicidios con armas de fuego en EE.UU. afectan de forma desproporcionada a las comunidades de raza negra, y los hombres afroamericanos tienen diez veces más probabilidades de ser las víctimas que los hombres blancos estadounidenses. Los homicidios por arma de fuego son también la principal causa de muerte entre los hombres y niños negros de 15 a 34 años, y la tercera causa de muerte entre los hombres hispanos del mismo rango de edad.

Los menores y las personas jóvenes sufren especialmente la violencia con armas de fuego en EE.UU. La violencia armada es la tercera causa de muerte entre los jóvenes estadounidenses de 15 a 24 años y la cuarta causa de muerte entre las y los niños de 10 a 14 años. Las personas supervivientes, familiares y testigos de la violencia armada arrastran traumas devastadores y duraderos, además de los costes sanitarios a corto y largo plazo del tratamiento.

La solución pasa por invertir en las comunidades e intentar romper el ciclo de la violencia, en lugar de someter a una vigilancia policial excesiva a las comunidades en crisis.

Para finalizar pienso que sería interesante leer este mensaje de una sobreviviente:

“Hace 14 meses tuve que evacuar la escuela secundaria de Oxford cuando un joven de quince años abrió fuego y mató a cuatro de mis compañeros e hirió a siete más. Esta noche, estoy sentada debajo de mi pupitre en la Universidad Estatal de Michigan, una vez más enviando mensajes de texto a todo el mundo con un "Te quiero". ¿Cuándo acabará esto?”.

Con el miedo en el cuerpo, Emma Ridel publicó este tuit cuando, poco después de las 8:30 de la noche del lunes 13 de febrero de este año, la estudiante universitaria de primer año leyó un email de su Universidad que alertaba de los disparos que se habían producido en el campus. El autor de la matanza, que poco después se suicidó, mató a tres personas e hirió a otras cinco. En un acto público en solidaridad con las víctimas celebrado esa misma semana, Emma se preguntaba cuántos menores estadounidenses más tienen que morir para que acabe esta pesadilla. (Texto y Foto: Arnaldo Musa/ Cubasí)


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