Era el domingo 12 de abril de 1959. Miles de camagüeyanos vitorearon a Fidel Castro en los predios del parque Finlay. La multitudinaria concentración constituía la clausura del Primer Congreso Campesino de Camagüey, evento en el cual el Líder de la Revolución delineó ideas y propósitos de cara al futuro, sin dejar de mencionar el grado de explotación que vivían los hombres y mujeres del campo.
La cita popular fue el preámbulo de lo que acontecería 36 días después en La Plata, Sierra Maestra, con la promulgación -un día como hoy, 17 de mayo- de la Primera Ley de Reforma Agraria, la que marcó el inicio de la transformación de la estructura agrícola del país.
Reforzada después con la Segunda, eliminaría el latifundismo ganadero y abrió el esperanzador proyecto de construcción de confortables viviendas, tiendas del pueblo, viales y llevar, entre otras ventajas, la electrificación hacia lugares inimaginables de esta extensa geografía, donde pululaban ranchos de vara en tierra, la falta de escuelas y la insalubridad que estaba al doblar de la esquina.
Ideas expresadas aquí por Fidel, a la luz de estos 55 años, guardan una vigencia extraordinaria y han sido reiteradas en los últimos tiempos por el General de Ejército Raúl Castro sobre la necesidad de sustituir importaciones.
Esa mañana quedó constituida al sur de Camagüey la cooperativa arrocera "Ignacio Agramonte", en la finca del latifundio que era del ex senador Guillermo Aguilera, y se le entregaba a la administración 21 tractores para el fomento de nuevas caballerías de tierra, instalaciones y el molino que, como dijo el Líder Histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, trabajaba dos meses al año y en lo adelante lo haría mucho más tiempo de día y de noche.
En el discurso le explicó a la muchedumbre, calculada en más de 200 mil personas, las ventajas que traería para la economía la socialización de esta producción en esa sola cooperativa: "Dos millones y medio de pesos se ahorra Cuba todos los años en arroz. Dos millones y medio de pesos que no tendremos que gastar en el extranjero comprando arroz". Por los altos precios en el mercado internacional del grano las reservas actualmente son mayores.
Los aseguramientos adjudicados en opinión de Fidel constituía la "primera inversión grande que se hace a favor de la reforma agraria", con dinero recogido centavo a centavo y el que pudiera rescatarse por el entonces Ministerio de Recuperación de Bienes.
Y ello ocurría sin haberse organizado el Instituto Nacional de Reforma Agraria ni dictarse la Ley Fundamental sobre la Reforma Agraria, simplemente se empezaba con las fincas recuperadas de los malversadores.
El libro: "Camagüey y su historia", editado en 1989 por la Sección de Investigaciones Históricas del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, en la página 212, recoge que, entre la primera y segunda ley de Reforma Agraria, los propietarios burgueses para obstaculizar el desarrollo pecuario sacrificaron 200 mil cabezas de ganado.
Los cooperativistas y las demás fuerzas integradas al movimiento campesino en este extenso y llano territorio están hoy en la obligación de consolidar aquella sentencia de Fidel hace 55 años: "... y la Reforma Agraria será en Camagüey la provincia donde más ampliamente se desarrolle, provincia por existir mucha tierra que no está en producción y mucho latifundio, la Revolución llevará a adelante su capítulo agrario más prometedor e interesante". (Tomado de Adelante digital/Enrique Atiénzar Rivero/Fotocopia: Otilio Rivero).