Siempre estuvo ligada a las letras, en su sangre, la dinastía de todo el talento recopilado de sus antepasados. Acompañada por una pluma delicada y su alma sensible tejió versos que se convirtieron en susurros de amor y melancolía, capaz de despertar las emociones de cada uno de los corazones que sus letras habían acariciado.
La juventud camagüeyana y cubana aporta desde cada posición laboral, aprende de las generaciones más experimentadas en cada oficio y hace de los centros de trabajo otro espacio para hacer amigos y aportar a su país.
Como si fuese creado con los mejores ingredientes emergió como hijo ilustre de este reino, y se consagró como teórico del mundo latinoamericano y caribeño. En 1904 el mundo abría las puertas a uno de sus mejores escritores, Alejo Carpentier Valmont, nacido el 26 de diciembre en Lausana, Suiza.
Vivió en una época de cambios, de convulsiones políticas, sociales y culturales. Miguel de Cervantes Saavedra, conocido mundialmente como el autor de la célebre novela Don Quijote de la Mancha, vio la luz un 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares, España.
La virtud de la flor que se despliega colorida en primavera, los árboles, como firmes y esbeltos soldados, se alzan majestuosos en el horizonte, ahí se conceptualiza la belleza y la fragilidad de la vida en la Tierra, y el porqué de la importancia de su salvaguarda.
Un combate, un solo combate fue aquel, aseguran los que estaban allí, los mismos que veían a cada rato a Fidel Castro, el Comandante en Jefe, en la primera línea.
¡Camagüeyanos! La sucesión de embestidas de Estados Unidos contra Cuba, a partir del triunfo revolucionario de 1959, tiene en la invasión mercenaria por Playa Girón una marca no por el ataque armado en sí, sino por la demostración de discernimiento y firmeza política de quienes defendieron esta tierra y de un Ejército Rebelde, que como pueblo uniformado con su Comandante en Jefe al frente les respaldó.
En cada página de la epopeya de la independencia cubana se entrelazan relatos de sacrificio y valentía, de ideales compartidos y batallas libradas con el arma más poderosa: la convicción inquebrantable de que un pueblo merece ser libre.
Camagüey es una ciudad con más de 300 mil habitantes y aunque no todos se desplazan al mismo tiempo, una buena parte de ellos para llegar a su centro laboral, planteles estudiantiles o viajar a un hospital para turnos médicos necesitan medios de transporte.
"El suelo se ha realizado y la semilla es ya árbol que se ve", dijo José Julián Martí Pérez hace hoy 132 años, cuando proclamó la creación del Partido Revolucionario Cubano después de una extensa búsqueda de formas de organización, para que la libertad fuera causa colectiva y no individual.
En el tranquilo poblado de Guáimaro, en el corazón de la Cuba insurgente, se gestó un acto de valentía y determinación que resonaría a lo largo de la historia. Aquel 10 de abril de 1869 se erigió como un faro de esperanza en medio de la penumbra de la dominación colonial, cincelada con la sangre y el sudor de héroes anónimos, la Constitución de Guáimaro, hito que demostró la voluntad férrea de dar vida a una nación verdaderamente soberana.
Ya sea en ríos o mares, a muchos les viene por tradición familiar la pasión por la pesca, a otros los atraen los misterios de un océano verde azul o los encantos de la naturaleza, y deciden dedicar sus años a un oficio entre redes, anzuelos y botes, no alejados de las tempestades que solo los grandes saben enfrentar.